Las tensiones por la crisis política alemana cayeron hoy sobre el líder socialdemócrata, Martin Schulz, cuya determinación a dejar que su formación se regenere en la oposición se topa con las presiones para que brinde la llave de la gobernabilidad a Angela Merkel.
Schulz se convirtió hoy en el quinto líder al que recibió esta semana el presidente del país, Frank Steinmeier, en busca de una solución a la situación creada por la ruptura de negociaciones entre el bloque conservador de Merkel, los verdes y los liberales.
La cita era entre correligionarios, aunque ambos políticos parten de posiciones opuestas: Schulz ha rechazado entrar en otra gran coalición y apuesta por nuevas elecciones, mientras que el presidente ha llamado a todos los partidos a «reflexionar» para facilitar la formación de un gobierno, sin mencionar siquiera la posibilidad de repetir los comicios.
El rechazo a una gran coalición es una postura mayoritariamente compartida entre los socialdemócratas, pero se considera también que Schulz cometió un error estratégico al fijarla de antemano y corre ahora el peligro de enrocarse en ella.
Merkel no logra formar Gobierno y se abre un periodo de incertidumbre en Alemania