En mayo de 1969, tras el rechazo del Festival de Cannes de plegarse a sus demandas, un grupo de directores franceses lanzó su propio certamen paralelo. Hoy, en su 50 edición, la Quincena de Realizadores mantiene viva la llama de esa pequeña revolución que dio cabida a un nuevo tipo de cine.
El descontento de ese colectivo comenzó con la destitución en febrero de 1968 del director de la Cinemateca francesa, Henri Langlois, y prendió definitivamente tras las protestas de mayo de ese año en París, que, por solidaridad, consiguieron suspender el famoso festival, pero no cambiar sus reglas.