Ahora toca Pujol… padre
Un comunicado, hizo falta un comunicado para admitir y responsabilizarse el padre del dinero sin “regularizar” en el extranjero. Y lo zanja con un «soy responsable” y «pido perdón”.
Este pecado ¿puede ser “perdonable” por la sociedad?
Primero, se pide perdón cuando los medios de comunicación investigan, difunden y comprueban; cuando la información repercute en la opinión pública de manera muy negativa y, por tanto, en los votos; cuando la justicia va detrás del delito y necesita atenuantes para poder archivar o reducir el delito; cuando el paro y desahucios, la caída de consumo, la subida de impuestos ha causado estragos económicos en los ciudadanos; cuando ya no se sabe por donde salir y la impunidad tiene salvarse “como sea” -que diría Zapatero-.
Aquí, en Navarra, hemos vivido algo parecido con la inventada junta permanente de fundadores de CAN y las inmorales dietas cobradas por los políticos. Barcina y Sanz también pidieron perdón, pero cuando la opinión pública se manifestaba totalmente en contra de estas actuaciones, el caso ya estaba en los medios y en los tribunales.
Segundo, Pujol padre se hace responsable ¿por qué admite, verdaderamente, su culpa o porque así se lo han aconsejado los abogados? Quizá pretenda, además del atenuante, apartar de sus hijos la responsabilidad o evitar la caída previsible de votos en CIU.
Tercero, en su comunicado, Pujol habla de dinero “sin regularizar” y en el “extranjero”. No utiliza los términos reales de “blanqueo” o “evasión de capitales”, ni Suiza.
Cuarto, en sus publicadas “Memorias” –foto que acompaña a este editorial- no hablaba de este delito del que, ahora, sí pide perdón.
Sea como fuere, es difícil que la sociedad llegue a entender este tipo de perdón político.
Directora NI