Artículo 161
¿Os acordáis de aquel “manos largas” que daba clases sobre machismo porque era experto en feminismo? ¿O cuando un político concreto estaba en contra de la prostitución cuando tenía novia oficial? ¿O cuando entraron en los comités de las Cajas de Ahorro los políticos y éstas desaparecieron?
¿Qué hacen los políticos actuales por cambiar el horario impuesto por la dictadura?
Construyen discursos, pero no pisos. Mienten, pero no confiesan.
Desde luego han hecho lo imposible por alargar la comunicación. No se entiende cuando decimos: “el gato es un felino”, nos imponen decir: El gato y la gata son felinos.
El discurso se resquebraja cuando decimos: “Las focas y los focos están en Alaska y en los teatros.
Lo políticamente correcto obliga a saludar al público con la monserga completa: señoras, señores, niños, niñas, niñez, colectivo LGTBIQ+, queer, aceflux, pansexuales, pro-sexo, omnisexual, abrosexuales, androsexuales, grisexuales, ginesexuales, sexuales sin sexo, binarios, no binarios y medicinal. Sin olvidar el sexo con fármacos, pastillas potenciadoras y otros placebos.
Yo soy partidario de pedirle al público que deje en la taquilla su nombre y apellidos y los saludo uno a uno desde el escenario.
En ocasiones a estos jóvenes dependientes sociales los he oído decir que hay que acabar con los viejos, que ya hemos vivido bastante. Que nos muramos y les dejemos vivir disfrutando de nuestros bienes. ¿Habéis pensado qué tipo de jubilación vais a tener sin cotizar ni un solo día a la Seguridad Social?
Cada vez que me atiende un becario me alegro y pienso: ¡Éste al menos quiere trabajar!
La ayuda que pretendéis, ¿hasta cuándo y a cambio de qué?
¡La libertad sin respeto a los demás puede ser libertinaje!
Matáis por la droga y la droga os mata. No atendéis cuando os dicen que el trabajo y el estudio es la tabla de salvación. Somos la mayor tasa de abandono escolar y la menor tasa de nacimientos de Europa.
¿Qué has hecho tú por los demás? ¿Tirártelos, tirártelas?
La sociedad vive en ciudades, pueblos, barrios… No en comunas.
Preferís los animales a los niños. De ahí que los hoteles, por ley, dejen entrar a los perros y otros, sin ley, prohíban la entrada a los niños. “El triunfo del despropósito”.
¿Habéis pensado alguna vez que sería mucho mejor que los emigrantes llegaran al país de acogida en ferris o en avión, pagados por el Estado y alejándolos de las mafias? Sin ahogados. ¡Basta ya de morir tras caer de un cayuco!
¿Para cuándo la quema de cayucos?
¿Qué nos está pasando? Lo que sea, parece contagioso.
Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com
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