Andar con prisas, hacer varias cosas a la vez, llegar a todo…, solo te genera un estrés mórbido-crónico y un nivel alto de ansiedad… Tu salud física y mental está entrando en un bucle muy negativo y que no veo que te estás dando cuenta de darte cuenta dónde te estás metiendo… ¡Todo por llegar a todo! La capacidad de gestionar el tiempo es el gran pilar del bienestar y la estabilidad emocional, pero tienes que aceptarlo, no sirve de nada o de poco que leas estas reflexiones, tienes que hacer hago para que tu vida cambie: Lo primero de todo es que aceptes que estás estresado, que no llegas a todo, que no debes y es contraproducente controlarlo todo y hacer mil cosas a la vez… (mirar los consejos del estrés)
Las últimas investigaciones nos proponen una prevención muy positiva, para evitar el estrés. El riesgo de muerte prematura es de un 43% más alto en personas sometidas a estrés crónico. Esto ya se sabía, pero la Universidad de Wisconsin, tras un estudio de seis años, lo ha certificado, añadiendo un dato que nos ha sorprendido y es que ese riesgo aumenta “especialmente en aquellas personas que percibían el estrés de forma negativa”. Sin embargo, quienes veían su estrés como algo positivo o normal ―aunque no lo fuera― presentaban un menor riesgo que la media de la población. En el fondo, todos los sabemos pero de la misma manera que lo sabemos lo olvidamos y no somos perseverantes para controlarlo o gestionarlo de mejor manera. Tenemos una herramienta gratis y milagrosa que es la actitud, que no es otra cosa que una manera diferente de actuar en nuestro favor, una forma y condición, un talante optimista, un estilo positivo y una disposición relajada para cambiar el chip cuando notes que algo no está yendo de manera positiva. Nos metemos de tal manera en el deber, en la faena, en el despacho…; con tanta energía y responsabilidad que es -por aprendizaje-, nuestra mejor forma de acallar nuestra conciencia: ¡No parar, no estar quieto, hacer y hacer y acabar y acabar…!
Sin embargo, el nivel de estrés será mayor o menor si uno cambia de actitud con su pensamiento y lenguaje en positivo cuando notes que no te concentras como a ti te gusta.
Es lo que decimos ahora modernamente: Resetear tu cerebro para que no funcione en automático, es decir con el piloto automático; tienes que ser consciente para ponerlo en manual, que será la mejor manera de no estresarte. Cómo resetear o reprogramar nuestro cerebro en función -en este caso del estrés-, para controlar y no pasar a la fase de adaptación al estrés y es entonces cuando “darte cuenta de que te estás dando cuenta”, ya no vale para nada, estás en un bucle, en una cadena tóxica, una hora engancha con otra y así sucesivamente…
La meditación, la que tú tengas costumbre, la reprogramación cerebral que usa el estar en alfa (8-13 hercios por segundo) para meterte dentro de ti cinco minutos: Respirando profunda y lentamente con el abdomen, y favoreces la relajación, la concentración y un punto espiritual donde generalmente no llegas, porque no tienes tiempo; y, en esos cinco minutos -¡sí he dicho cinco minutos!-, “estimulas la hormona preventiva DHEA (dehidroepiandrosterona). Esta hormona actúa como “colchón” psicológico contra el estrés. Incluso protege frente a la depresión y a las enfermedades cardíacas. Es el contrapeso del cortisol y frena el envejecimiento inducido por el estrés” (Garrido, 2021.La ciencia de la Felicidad). Perder cinco minutos es ganar media hora y te vuelves a concentrar en tu trabajo “sin tanto nivel de estrés”. Hemos de recordar -es un premio nobel del 2022, que cumplir los ciclos circadianos en el trabajo ayuda a cometer menos errores en nuestra labor tan estresada y tú tan agotado, ya que un ciclo ultradiano dura un hora y media larga, de máxima concentración. Si “paras y reseteas” tu cerebro, generando una actitud más positiva y cognitiva -me doy cuenta de darme cuenta-aprovecho la “bajada” ultradiana, y aunque no vuelvas al inicio de tu máximo control -es imposible-, si volverás a subir la curva de tu concentración no tan alta como querrías, pero sin duda con una actividad de más concentración y menos errores.
Dr. Emilio Garrido Landívar, Psicólogo clínico y doctor de la Salud, Catedrático de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos (CEU)