Expulsadas las religiosas que dirigían un centro educativo, ahora ocupado por las fuerzas armadas del gobierno de Nicaragua
Habían celebrado recientemente el trigésimo aniversario de la fundación del Instituto Técnico Santa Luisa de Marillac, Yalí, Jinotega en Nicaragua, las hermanas de la Congregación Hijas de Santa Luisa de Marillac que han sido expulsadas del Centro Educativo ahora ocupado por las fuerzas policiales.
Las religiosas se encargaban de la administración del Centro San Sebastián de Yalí. Las hermanas extranjeras han sido privadas de su residencia y tienen una orden de expulsión, mientras que las nicaragüenses han sido recluidas en sus respectivos conventos.
Este es sólo uno de los muchos episodios que se han venido repitiendo en los últimos meses sobre graves abusos de los derechos humanos contra institutos religiosos, sacerdotes y religiosas.
Durante la celebración de la fiesta de Pentecostés, el 28 de mayo, el arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, ha instado a la gente a «no tener miedo» en las situaciones difíciles. El Cardenal ha aprovechado la ocasión para invitar a vivir la esperanza que aporta la venida del Espíritu Santo ante las situaciones adversas.
Sobre el contexto que vive la Iglesia Católica en Nicaragua, y que en los últimos días ha llevado a la captura de tres sacerdotes, Monseñor Brenes ha dicho también que la «Iglesia está en manos del Espíritu Santo». El Arzobispo de Managua ha exhortado a los fieles y a todos los feligreses a no dejarse influenciar por las redes sociales que con mucha frecuencia desinforman.
«Los invito a no perder la calma y a no escuchar tantas noticias, tantas publicaciones que exageran, dicen ser fuentes fiables y no lo son. Así que mantengamos la calma, sin duda el Espíritu Santo es el que guía a esta iglesia y pronto tendremos las justas respuestas», ha dicho al término de la Eucaristía en la Catedral de Managua.