Últimas noticias

Me preguntan

Artículo 109

Pues no, no me gustaría ser inmortal, ahí cada dos por tres de médicos. No tome de esto, no coma lo otro.

Tras dos meses en la UCI, y no me refiero a la Unión Ciclista Internacional, porque mi nivel no pasa de ciclo turista, creo que los médicos me salvaron para tener un cliente fijo cada quince días. No sé qué buscan en mi sangre pero es la más analizada que conozco. Una vez me preguntaron que si era monárquico. Un poco alterado contesté: ¿No me habrán encontrado la sangre azul?

La verdad es que a lo largo de mi vida he ido cambiando de color cual camaleón de cola corta.

De pequeños nos veíamos negros para llegar a fin de mes y en la playa nos poníamos rojos como cangrejos y morados cuando íbamos a comer a casa de algún familiar y cuando tiritábamos de frío cuando nos duchábamos, porque no teníamos termo. Eso sí, a la cama nos íbamos bien calientes porque mi padre nos pegaba una bofetada con la mano abierta, que abrigan más. Pero nos las daba con cariño, lo que pasa es que era muy despistado y a veces se le olvidaba que éramos sus hijos. Bueno, con decir que una vez me ató con la cadena del perro a la pata de la cama y eso que nosotros no teníamos perro. Intuyo que por eso me llevaba de caza, no le marcaba las perdices ni los conejos pero se los llevaba en la mochila. Eso no quiere decir que no estuviera preocupado por nosotros, una vez fue a mi colegio para ver como andaba y el maestro sin dudarlo le dijo que el que tendría que ir a clase era él, así que me cambió de colegio porque no le gustó lo que me enseñaban.

¡Con decir que me fui a la mili voluntario! ¡Hombre! Se comía mejor que en casa, además allí el enemigo era imaginario y no te pegaba nadie.

La verdad es que en mi familia eran todos muy machos, menos los que estudiábamos, que nos consideraban flojos. Con decir que un tío mío dejó preñada a una muñeca hinchable lo digo todo.

La pasada semana me preguntó la cardióloga: ¿A usted qué le pasa? Que se me hinchan los pies y las piernas. Y contestó contrariada: A mi también se me hinchan. Ya doctora, pero el paciente soy yo.

Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com

Artículo anterior El transporte público: Cercanías y lejanías

About The Author

Otras noticias publicadas

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies