NAVARRA INFORMACIÓN
La enfermera de práctica avanzada en Atención Primaria reduce los ingresos hospitalarios, las visitas a urgencias y el gasto sanitario
En los países donde se ha implantado en Atención Primaria, el rol de la enfermera de práctica avanzada (EPA) “ha mostrado una reducción inmediata y sostenida de ingresos hospitalarios y visitas a urgencias, así como una disminución del gasto sanitario”. Así lo señala una de las conclusiones del informe sobre esta figura elaborado por el Grupo de Investigación Inno-CARE de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), a petición del Colegio Oficial de Enfermeras de Navarra.
Precisamente, con motivo de la constitución el pasado noviembre del Comité Institucional de la Iniciativa Marco en Cuidados (IMACU), el desarrollo de la EPA se apuntó como uno de los objetivos del Ministerio de Sanidad para el futuro Sistema Nacional de Salud.
Según el Consejo Internacional de Enfermeras, la EPA es una enfermera que “ha adquirido la base de conocimientos expertos, las habilidades para la toma de decisiones complejas y las competencias clínicas para una práctica ampliada”.
NACE EN ESTADOS UNIDOS ANTE LA ESCASEZ DE PROFESIONALES MÉDICOS
En cuanto a su origen, el informe encargado por el Colegio navarro indica que la enfermera de práctica avanzada comenzó “en Estados Unidos a mediados de la década de 1960, como respuesta a la escasez de profesionales médicos”. Actualmente, la EPA es una figura establecida en países como Australia, Canadá, Finlandia, Irlanda, Países Bajos, Nueva Zelanda y Reino Unido, además de Estados Unidos.
Sobre su formación, continúa el informe, esta figura “debe contar con un nivel de educación de máster u otra formación de posgrado universitario que le confiera las competencias necesarias para ejercer como enfermera en roles avanzados”.
En cuanto al rol y competencias, la EPA se caracteriza por “poseer habilidades clínicas para valorar, diagnosticar y gestionar pacientes y poblaciones de cuidados agudos o con enfermedades crónicas”, señala el análisis de esta figura.
Su competencia central de práctica clínica directa, detalla el estudio elaborado por el grupo de investigación de la UPNA tras una revisión bibliográfica de ámbito internacional, se compone de otras siete: “prescripción de medicamentos, diagnóstico y evaluación de salud, autoridad para solicitar pruebas diagnósticas y exámenes médicos, decisiones sobre tratamiento, responsabilidad de un cupo de pacientes, autoridad para derivar pacientes a otros proveedores/lugares y primer punto de contacto”.
RESPONSABLES EN PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN DE SALUD
En este sentido, las enfermeras de práctica avanzada son las principales responsables de las actividades y/o programas de promoción y prevención de salud (programas de detección, apoyo y adherencia a los tratamientos y programas educativos para pacientes crónicos). Su desarrollo en Atención Primaria ha tenido un abordaje amplio en afecciones crónicas: cáncer, enfermedades cardiovasculares (diabetes o hipertensión), enfermedades mentales y el cuidado de personas mayores. Por este motivo, al estar en primera línea en el manejo de estas patologías, la EPA desarrolla “un papel primordial en su diagnóstico, tratamiento y seguimiento”, afirma el informe del grupo Inno-CARE.
En cuanto a su encaje en la normativa, cabe recordar que la legislación española reconoce solo dos categorías profesionales de enfermería: enfermera generalista y enfermera especialista. Esta figura se suma a las ya existentes, en un desarrollo de la práctica que estas dos categorías no llegan a ejercer. Por tanto, el informe propone la incorporación de nuevas figuras reconocidas legalmente como la EPA en Atención Primaria.
En paralelo, recomienda que también las universidades y la administración pública sanitaria española avancen en la acreditación de estos roles, así como en la promoción de “mayores oportunidades de trabajo y mecanismos de pago que incentiven el desarrollo de la EPA en España”.