Últimas noticias

¿Estamos perdiendo el respeto como sociedad a las drogas?

Tres episodios me han ido revolviendo mi sistema operativo cerebral del Sistema límbico, que como saben es el sistema operativo que tiene en su haber un grupo de metaprogramas; significando que es un programa que a su vez soporta otros muchos, por los cuales nos ayuda a sobrevivir –“comer y que no nos coman”-, nos ayudan a adaptarnos a los continuos avatares que nos ofrece la vida inagotablemente, haciéndonos no ser conscientes del estrés en el que vivimos de nivel físico y mucho más de nivel psicológico, no siendo capaces de gestionarlo como cabría esperar, situación que no tiene la culpa nuestro sistema operativo, sino nuestra inconsciencia para aceptar que estamos tocados; luego, cómo vamos a reprogramar dicho sistema operativo si no nos enteramos hasta que reproducimos una colitis ulcerosa u otra patología orgánica de las tantas, que hoy sabemos que están favorecidas por nuestras emociones mal gestionadas. La última función que se le asigna a nuestro sistema operativo, sistema límbico, es que favorece un crecimiento y una maduración que nos permita utilizar al máximo nuestras posibilidades y fortalezas…

Para todo esto necesitamos saber y aceptar que estamos mal, estresados, con un cúmulo de emociones que no sabemos qué hacer con ellas, y se nos embotan de tal manera que nuestro sistema operativo como desequilibrio-equilibrio se disfunciona y acabamos más “tocados del ala” que en un principio creíamos estar. No recordamos que todas las emociones, nos guste o no; tienen su correspondencia respectiva en nuestro cuerpo-fisico… ¡Que duros somos de entender y aceptar todo esto!

Con este planteamiento cada uno escoge -sin saber qué escoge-, una camino para resolver su disfunción del sistema operativo cerebral: ahí viene uno de los episodios que me tiene atormentado como persona y como profesional, tres datos: “Los baños del Parlamento Inglés, están llenos de trazas de drogas de distintas clases…”, “existe una sociedad -llamada de intelectuales progres-, muchos políticos, periodistas, artistas…; que se drogan con cierta continuidad, buscando -otra función del sistema operativo cerebral-, “disfrutar más con el placer que con el sufrimiento”, pero que han escogido una sustancia activa-estimulante para conseguir ese objetivo, creyendo que ese atajo les salvará del estrés, de la anhedonia que observan y que “tomando” desaparece de inmediato o casi; y sobre todo con una cierta convicción que ellos no van a desarrollar una adicción, ni van a sufrir sus capacidades cognitivas y mucho menos su nivel de salud.

¡Todos esto no es libertad para nada! Es un flirteo con una enorme tranquilidad, sin conciencia de que su sistema operativo cerebral está generando un continuo peligro contra sí mismo, ante la cual su amígdala -dentro del sistema límbico-, observa ese trance y advierte al hipotálamo para ponerse en guardia frente a dicho estrés, eso es en un sistema operativo equilibrado que nos sirve de alerta… Pero como -el que se droga-, no lo percibe porque está necesitado de “otro equilibrio que le engaña para controlar su estrés o su ignorancia”, “hace oídos sordos”, hasta que dicho filtro amigdalítico deja de reaccionar, y tenemos un sistema operativo cerebral disfuncionado.

En las personas que denominamos “de cierto nivel social”, y que tienen la costumbre de drogarse sin mayor rubor ético y cognitivo, son muchas veces aquellas personas que se atreven a pontificar sobre temas en los que tienen una gran responsabilidad social, y no gustándonos, presentan un modelo a imitar, haciendo gala de normalizar una situación que de normal no tiene nada, pues a la postre son personas con posibles disfunciones que están en el candelero social y “hasta son capaces de lidiar campañas en favor de legalizar determinadas drogas” (JM. de Prada) Cuando perdemos el respeto y normalizamos del daño con las drogas, estamos desarrollando una destrucción de materia cerebral.

Dr. Emilio Garrido Landívar, Psicólogo clínico y doctor de la Salud, Catedrático de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos (CEU)

Artículo anterior Pensar en la muerte es vivir mejor

About The Author

Otras noticias publicadas

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies