Últimas noticias

¿¡Cuesta mucho ser uno mismo cuando todo se tambalea con grandes sinsabores!?

La entereza, la seguridad personal, lo profundo de uno mismo, no cambia -apenas-, si dichos marcadores están bien asegurados. En la familia y reforzados por la comunidad escolar, son cuando se aprenden y cuando se diseñan. ¡No hay otra! El abandono de la familia y una comunidad escolar mediatizada e ideologizada, no hacen ni contribuyen, a que esa madurez personal enraíce con fuerza para que nos afiancemos en la vida y tengamos los suficientes puntos de apoyo para no perecer cuando vienen mal dadas…

Y, estamos en “tiempos de tormenta, y no debemos hacer mudanza” … Sino introducirnos dentro de nosotros mismos, y bucear si realmente nuestros marcadores emocionales y de madurez están listos para poder enfrentarnos con alegría, agradecimiento y solidaridad -en la medida que cada uno pueda- a los contratiempos que nos van llegando sin quererlo y sin pensarlo.

Las fotos del segundo terremoto de Haití, las fotos de Afganistán, el bebé “regalado” a las tropas americanas para “salvarlo”, la crisis humanitaria, la continua incertidumbre que nos vapulea constantemente por mil medios de comunicación, que nos llegan con una inmediatez angustiosa y agotadora; nos va haciendo insensibles a muchas de las emociones que nos trasmiten dichas miserias, de las que nos tenemos que “liberar” para sobrevivir, sin vivir, porque no hay estómago que las diluya, más bien nos afectan queriendo huir de ellas -salvando nuestra pobre conciencia-, pues cada noticia nos hace entrar en una complicada tesitura de no comprender la vida, ni saber qué pintamos en este mundo tan cruel y aciago como en el que globalmente estamos inmersos…

¡Visto así, dan ganas de echar a correr! Lo podemos entender e incluso a todos nos salpica lo negativo con más facilidad que lo positivo, por herencia ancestral; pues todos sabemos que nuestro cerebro está más predispuesto a reafirmar lo que nos daña que traducir lo positivo en cada uno de los acontecimientos que se nos presentan. Sin embargo, esto es lo ancestral, y es hora que empecemos a educar a nuestro cerebro para que codifique y aprenda a traducir de mejor manera las efemérides que nos van salpicando día a día por muy cruentas que estas sean, que lo son. Por eso hablamos de la madurez, que es “la madre del cordero” de una buena salud mental, y de un equilibrio que nos reporta seguridad personal y acopio de fuerzas para que al envestida sea menor y no nos haga tanto daño…

De ahí que es tan importante en los momentos difíciles “entrar dentro de nosotros mismos”, meditar, reflexionar y poner las ideas claras para no hacer de nosotros mismos un puro acontecimiento luctuoso, que nos haga traducir nuestras emociones negativas que oímos y vemos en nuestra contra y digamos cosas como: ¡Para qué traer hijos a este mundo de mierda, si no merece la pena! Pues este mundo -que no es de mierda, aunque haya mucha y más la que nos cuentan constantemente-, es peor sin hijos.

Por eso es bueno liberarse, desatarse de aquello que nos esclaviza practicando el bien, la empatía, el agradecimiento, porque seguimos viviendo como ricos, teniendo más cosas de las necesarias y no somos -muchas veces-, conscientes de cuantas cosas acumulamos y cuán bien vive la inmensa mayoría… ¡No agradecemos los suficiente, y vivimos ajenos a muchas comodidades que damos por supuestas y nos quejamos cuando todavía comemos tres veces al día, y nos duchamos diariamente y nos cambiamos de ropa y tenemos enseñanza gratuita y seguridad social desde siempre también gratuita, por muchas pegas que pongamos a una y a otra!

De ahí mi título de esta reflexión: ¿¡Cuesta mucho ser uno mismo cuando todo se tambalea con grandes sinsabores!? Párate un momento, entra dentro de ti, reflexiona, cierra el móvil, apaga la pantalla, medita dentro de ti y siéntete libre interiormente y agradece, medita, traduce a tu favor y ponte la meta de ser más agradecido a la vida y libérate de tanta miseria tuya y de la que recibes del entorno, sí tú cambias y maduras, el mundo cambiará, no lo dudes. Es así y, así seguirá siéndolo, pero no podemos dejar de crecer y madurar, esto es salud en primer orden, ser nosotros mismos sabiendo a dónde vamos y qué queremos conseguir: Libertad interior y abandonar lo superfluo y la inmediatez.

Dr. Emilio Garrido Landívar, Catedrático de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos (CEU)

Artículo anterior ¿Existen talibanes en España?

About The Author

Otras noticias publicadas

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies