Reino Unido ya no está en la Unión Europea (UE).
Se podría decir, «allá ellos con lo que han hecho». No nos debería importar mucho. Sin embargo, este país tiene un contencioso con Reino Unido, popularmente llamado Inglaterra. Los ingleses tienen una colonia llamada Gibraltar, al lado de España. Una colonia que tenía que ser española y que, desde hace ya varios siglos, siglo XVIII, es una afrenta al orgullo patrio.
Debe recordarse que Gibraltar dejó de ser español tras la guerra de sucesión española (1700—1713) por la que llegaron los Borbones a este país (Felipe V). A cambio tuvieron que ceder (con vuelta) todos los territorios que España tenía en Europa. Uno de ellos era Gibraltar, que pasó desde entonces a Inglaterra y a ser una de sus colonias en el mundo.
En estas últimas décadas, la frontera entre ambos países no era un gran impedimento. Inglaterra y España estaban en la Unión Europea y, ya se sabe, las fronteras apenas existían, hay libre circulación de personas, mercancías y capitales.
Pero, he aquí, que esto ya no sucede desde ayer mismo, 1 de enero de 2021, con la consumación del Brexit y con ello la salida completa de Reino Unido de la UE. ¿Qué va a ocurrir? ¿Será cierto lo que se nos dice de que la situación entre ambos países, Reino Unido y España, en esta colonia británica, va a seguir igual?
Porque si sigue igual, seguiremos viendo a Gibraltar como un lugar donde se protegen los narcos, contrabandistas, y evasores de capitales de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Seguiremos viendo a Gibraltar hostigando a nuestros barcos pesqueros o construyendo en aguas territoriales españolas.
Si esto es normal, «que venga Dios y lo vea».
España debería haber aprovechado el Brexit para imponer su soberanía en Gibraltar, por lo menos soberanía, pero no lo ha hecho.
¡Vaya éxito señora ministra de exteriores!, una más de este gobierno.