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El PIB de Navarra desciende un -6,1% en el tercer trimestre de 2020 respecto al mismo periodo del año anterior
El Producto Interior Bruto en Navarra ha descendido un -6,1% en el tercer trimestre de 2020, en relación al mismo trimestre del año 2019, tras el -18,5% estimado el trimestre anterior, según las estimaciones del avance provisional realizadas por Nastat, el Instituto de Estadística de Navarra.
Esta moderación en la caída se debe a la recuperación gradual de la actividad económica tras el confinamiento, fundamentalmente en la industria y construcción y, en menor medida, en los servicios de mercado, manteniéndose el dinamismo de los servicios de no mercado.
Por la vía de la demanda, destacan las señales de ligera recuperación del consumo de los hogares, la continuidad en el crecimiento del consumo de las administraciones públicas y la aportación positiva de la demanda externa, mientras que la inversión continúa sin estimularse.
Respecto al trimestre anterior, el levantamiento de la mayor parte de las medidas de contención frente a la COVID-19 ha provocado un incremento del PIB del 15,7% entre julio y septiembre de 2020 respecto al trimestre anterior.
Ante la dificultad de la estimación en este momento y hasta que se dispongan de más indicadores que permitan medir el impacto adecuadamente, Nastat ha precisado que «debe tenerse en cuenta la provisionalidad de estas estimaciones, que serán ratificadas o modificadas con la publicación del cuadro macroeconómico».
Tal como ha señalado la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, en la presentación de los datos, “por sectores productivos, la industria muestra signos de recuperación. La evolución de este sector está muy condicionada por la rama de material de transporte, que mantuvo un nivel de actividad muy reducido hasta junio y que ha ido recuperándose de manera progresiva durante el verano”. Saiz ha añadido que “a partir de octubre se ha acelerado el ritmo de producción en esta rama, lo que podría favorecer el avance del sector manufacturero en la última parte del año. No obstante, la complicada situación sanitaria en España y Europa exige prudencia, ya que podrían producirse de nuevo problemas en las cadenas de suministro, que ya han comenzado a advertirse, y enfriar la demanda externa”.
La actividad de los servicios, por su parte, ha ido remontando a medida que se flexibilizaban las restricciones, pero el aumento de los contagios en nuestra comunidad se ha traducido en una recaída de los indicadores a partir de agosto.
La consejera ha incidido en que “el repunte en la curva de contagios puede suponer un freno importante también para el consumo. Aunque el índice de comercio al por-menor ha crecido un 1,4% en el mes de septiembre, el consumo de los hogares podría resentirse en la última parte del año”.
En lo relativo al empleo, el aumento de la actividad se ha trasladado al mercado laboral, que ha comenzado a recuperarse tras la parálisis productiva del segundo trimestre. La Seguridad Social ha sumado 6.210 trabajadores entre junio y septiembre, alcanzando un total de 286.595 afiliados. La creación de empleo se ha traducido en un descenso significativo del número de parados.
Sobre posibles escenarios de futuro, Elma Saiz ha insistido en que “el repunte de la actividad durante el tercer trimestre ha sido mayor que lo esperado y la caída del PIB en el conjunto del año podría ser más suave que el 10,2% previsto por el Ejecutivo Foral”.
En cualquier caso, la consejera ha apelado a la prudencia con la que hay que tomarse las cifras en esta época marcada por la pandemia y ha recordado que se mantienen las previsiones del cuadro macroeconómico de Navarra, “unas previsiones que han sido avaladas por la AIReF y que sirven de base para elaborar los Presupuestos Generales de Navarra de 2021”.