El Debate sobre el Estado de la Comunidad Foral de Navarra celebrado en el Parlamento refleja la autocomplacencia en la que se mueve el actual gobierno de Navarra. Con una presidenta que hace todo bien y un gobierno que se relame de lo bien que hace todo.
Sin embargo, la realidad es bien distinta.
Navarra bate records en contagios de coronavirus, por ejemplo. Navarra ha transformado su sistema de salud, de un buen sistema de salud a uno que ya, lamentablemente, no lo es.
Navarra, puede presumir, de tener un gobierno identitario, preocupado en imponer un idioma que solo habla de forma natural un 7% y que le obliga a gastar, con la que está cayendo, miles y miles de euros en su fomento.
Navarra tiene un gobierno preocupado en imponer su Educación, sí, esa llamada Skolae. Una educación que se quiere imponer y que quiere crear fotocopias de personas educadas de una manera lineal.
Navarra quiere que la Guardia Civil tenga cada vez menos competencias y que, oye, quizá así se marche, con la alegría que va a suponer para algunos, que, curiosamente, son amigos de terroristas. Curioso.
Un suma y sigue de despropósitos. Navarra va bien, oye.