Ayer se anunciaba por parte del Gobierno el inicio de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), herramienta básica de funcionamiento que regula los ingresos y gastos de un país.
Si se fijan, primero se habla de ingresos y luego de gastos. España, en estos momentos, no es un país que cumpla dicha afirmación, sino más bien, todo lo contrario.
En este país, hoy, el gasto es mayor que el ingreso desde hace años y, especialmente, este año, el gasto se ha disparado. De esta manera, tenemos un nivel de endeudamiento superior al 100%.
Ahora se habla del impacto del coronavirus y se pone como excusa. Pero la realidad es otra. La política económica del gobierno de Sánchez está gastando «sin ton ni son» y sin haberse preocupado de los ingresos.
Y ahora, si no hay un cambio en la política pronto, los problemas se desbordarán ya que, seguir gastando a costa de un nivel de impuestos cada vez mayor, perjudica a la sociedad. Una vez más, la clase media (la mayoría de los españoles) está en peligro.
Además… pensiones, salarios, subvenciones, avales… ¿Quién lo va a pagar? Pronto llegará Europa a rescatarnos, aunque a ver en que condiciones.
Y la moraleja es la de siempre, los que ni tienen mucho ni poco, en suma, los trabajadores de este país son los que van a volver a sufrir otra crisis. Pero esta vez por culpa de la mala gestión y gasto descontrolado. Penoso.