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Gran conspiración en julio

Días de pasos furtivos, charlas en voz baja y paquetes misteriosos. Carlos con un extraño embalaje cuadrangular…

Esto, de natural mosqueante, parece más cuando quienes lo protagonizan son componentes de Seis Miércoles Seis, gente de habitual franca y directa; sin dobleces. Tan apañados, que hasta han suplido a alguna institución remolona en sus deberes con un acto público exitoso, hace año y medio, que de hecho tuvieron el detalle de invitarme a presentar. Tropa de luz y taquígrafos, además de emprendedores natos.

¿Qué estaba ocurriendo?

Hubo que esperar a que se encendieran los focos a las 20:30 del 14 de julio. Allí, en el salón del Asador Roma de Cintruénigo, comparecieron abundantes y notorias gentes. Enviaron sus vídeos de adhesión nuestros jóvenes bravos espadas Toñete y Javier Marín; hasta una persona, de natural discreta en lo privado, como es el maestro José Tomás, mandó sus elogiosas palabras hacia Sergio Sánchez Chivite. Los de Seis Miércoles Seis la habían vuelto a liar gorda y soberbiamente liada: figuras del toreo, paisanos y admiradores en homenaje a Sergio con motivo del treinta aniversario de su alternativa. Suscribió el que fuera padrino en aquella ocasión, José Luis Palomar.

Y allí, el diestro riojano Pedro Carra alabó el compañerismo del que siempre ha hecho gala su colega de Cintruénigo.

Y entonces le entregaron a Sergio flores, una placa conmemorativa más un cuadro con la instantánea de su doctorado.

Y no faltó El Pinturas, su leal mozo de espadas “haciendo cosas”.

Y a mí, que me habían enseñado la muleta para que verbalizara el ceremonial, son unos santos, me dio mucha pena no poder llevarlo a cabo; afonía. Así que lo realizó el crítico Pedro Mari Azofra, con lo que salieron beneficiados los asistentes. Y yo perdiendo; pobre de mí.

Pedro Mari tuvo palabras para glosar una brillante carrera vestido de luces por España, Francia y América. Y no solo hispana, que hasta en Estados Unidos lidió Sergio.

Respondió el agasajado con palabras de gratitud en recuerdo hacia su padre, su suegro y otras personas, importantes tanto en su carrera taurina como en su trayectoria humana. También su convencimiento de que, pasado este temporal vírico, volverán las aguas a su cauce.

Sobra decir que los aplausos de tanta gente, o las muestras de admiración y cariño hacia Sergio Sánchez fueron constantes; se lo merece.

Los participantes encaraban mascarillas con respeto a las distancias, y además cerró el acto un ágape, que estos de Seis Miércoles Seis hacen bien las cosas.

Con tal motivo, desde aquí felicito de nuevo a Sergio, torero, y a la organización. Puerta grande.

Jesús Javier Corpas Mauleón, escritor

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