El Parlamento de Cataluña ha rechazado este lunes la moción de censura al presidente de la Generalidad, Quim Torra, que ha renunciado a intervenir en un debate en el que la líder de Cs en Cataluña y candidata alternativa a la presidencia, Lorena Roldán, ha protagonizado un duelo dialéctico con el socialista Miquel Iceta.
Tras más de siete horas de debate -con pausa al mediodía-, los diputados han anunciado, uno por uno en votación pública desde su escaño, el sentido de su voto: 76 votos en contra -de JxCat, ERC, Catalunya en Comú Podem y la CUP-, 17 abstenciones del PSC y 40 votos a favor de Ciudadanos y el PPC.
Ni la votación ha deparado sorpresas, ni la sesión se ha salido en ningún momento del guión previsto, con unos grupos independentistas que han querido dar el perfil más bajo posible a este debate -al considerarlo una «farsa»- y una Roldán que, más allá de sus acusaciones a Torra, ha concentrado sus reproches en el PSC.
Con caras conocidas de Cs -Albert Rivera, Inés Arrimadas, José María Espejo-Saavedra, Fernando de Páramo- y del PP -Cayetana Álvarez de Toledo-, junto a la hasta ahora portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, siguiendo el debate desde la tribuna de invitados del hemiciclo, la sesión ha arrancado con una intervención inicial del presidente del grupo parlamentario de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, que ha acusado a Torra de hacer peligrar la convivencia.
El siguiente turno de palabra correspondía a un miembro del ejecutivo catalán, pero no ha sido Torra quien ha subido al atril, sino que ha delegado en la consejera de la Presidencia, Meritxell Budó, que solo ha empleado 10 de los 30 minutos de los que disponía.
En su intervención «intencionadamente breve» para expresar su «disconformidad con el uso de las instituciones para intereses netamente partidistas», Budó ha acusado a Cs de hacer un uso «fraudulento» del Parlamento para su campaña del 10N.
En cualquier otro momento del debate, Torra o algún otro miembro del Govern podían haber intervenido, pero han renunciado a hacerlo.
Posteriormente ha sido el turno de Lorena Roldán, la aspirante de Cs a sustituir a Torra al frente de la Generalitat, que en una hora y cuarto de discurso ha arremetido contra el presidente por «jalear a los violentos», en referencia a los miembros de los CDR detenidos por presunto terrorismo.
Pese a estar lejos de contar con los apoyos necesarios para que la moción prosperara, Roldán ha lanzado reiterados llamamientos a los socialistas para que reconsideraran su abstención y, apelando al «espíritu del 8 de octubre» de 2017 -cuando los constitucionalistas llenaron el centro de Barcelona en favor de la unidad de España-, ha dicho que votar a favor de echar a Torra era un «imperativo moral».
«Esta moción de censura es una obligación moral para cualquier demócrata y constitucionalista», ha insistido.
Por la tarde, tras reanudarse el pleno, Iceta ha replicado con una vehemencia poco usual entre socialistas y Cs en el Parlament.
Iceta se ha desmarcado de «la moción de la fracasada Lorena Roldán» porque «los números no dan» y se trata de una «operación propagandística» y «oportunista» que solo busca revertir las malas expectativas electorales de los naranjas para el 10N.
«Algunos esforzados propagandistas de su moción, de su grupo -Cs- y también del PPC han llegado a decir que hoy elegimos entre Torra y libertad, entre Torra y convivencia o entre Torra y concordia. Mire, eso no es cierto. Es un error considerar que solo son demócratas o que solo defienden la convivencia y la concordia quienes piensan como ustedes. Perdonen, es un planteamiento totalitario», ha dicho.
La presidenta de Catalunya en Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, ha rechazado el «acto de campaña» que, a su juicio, era la moción de censura y ha dicho: «Cataluña no quiere más crispación».
Quien sí ha salido en apoyo de la moción a Torra ha sido el presidente del PPC, Alejandro Fernández, que ha reprochado a Iceta que en sus intervenciones dedique «mimitos» al presidente de la Generalidad y, en cambio, trate con «desprecio» a Roldán.
Por parte de la bancada independentista, el presidente del grupo de JxCat, Albert Batet, ha reprochado a Roldán que use el Parlamento como «trampolín» para «remontar en las encuestas» sobre el 10N.
El presidente del grupo de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, ha afirmado que Cs «nunca conseguirán» gobernar Cataluña, porque «esto no se gana en la televisión, y ustedes no generan consenso».
El diputado de la CUP Vidal Aragonès ha considerado la moción de censura una «farsa electoralista» y ha acusado a Cs de querer inventarse «un relato de violencia» para «tratar de criminalizar al independentismo».
Esta ha sido la cuarta moción de censura en la historia reciente del Parlamento y, como las otras tres, tampoco ha prosperado. NAVARRA INFORMACIÓN/EFE
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