Las quemaduras se producen por contacto directo o indirecto con calor, corriente eléctrica, radiación o agentes químicos, llegando a provocar muerte celular.
Se han definido tres niveles de quemaduras:
- Las quemaduras de primer grado afectan sólo la capa externa de la piel. Causan dolor, enrojecimiento e hinchazón.
- Las quemaduras de segundo grado afectan ambas, la capa externa y la capa subyacente de la piel. Causan dolor, enrojecimiento, hinchazón y ampollas. También se llaman quemaduras de espesor parcial.
- Las quemaduras de tercer grado afectan las capas profundas de la piel. También se llaman quemaduras de espesor total. Causan piel blanquecina, oscura o quemada. La piel puede estar adormecida.
Las quemaduras son una de las patologías más frecuentes y su dolor asociado uno de los más incapacitantes. Si bien los avances médicos han aumentado la supervivencia de pacientes con quemaduras de primer y segundo grado, el reto hoy está en lograr un tratamiento eficaz para paliar ese dolor crónico asociado.
Un grupo de científicos ha demostrado que la aplicación de una toxina procedente de veneno de tarántula permite bloquear la transmisión del dolor. Una diana terapéutica que podría ser el primer paso para el desarrollo de un fármaco apto para humanos en unos 5-10 años.