Pesimismo, inseguridad y desconfianza, tres actitudes a desechar para seguir un camino más optimista y positivo en la vida
Es posible aprovechar el simbolismo positivo de la muerte, dejando “irse” aquellas facetas de nuestra forma de ser y actuar que nos causan malestar y paralizan, y reemplazarlas por otras que nos procuren una vida más plena, dinámica y feliz. Una psicóloga nos explica el método, en vísperas de Halloween y la conmemoración de difuntos
El término de la vida, alrededor del cual giran estas fiestas, suele asociarse con algo que se va, cesa o desaparece. ¿Por qué no utilizar este simbolismo de manera positiva para dejar que se vayan, cesen o desaparezcan, algunos aspectos de nuestra vida que nos alejan de la felicidad?.
El 31 octubre y el 1 de noviembre la muerte, no solo exhibe una faceta festiva y divertida en las manifestaciones y actividades sociales, sino que además puede transformarse en una inspiración y estímulo para el crecimiento personal.
Halloween y el Día de los Difuntos pueden ser una “palanca” o estímulo para el cambio, al igual que sucede durante la noche de San Juan, la del solsticio de verano, en la que muchas personas siguen el ritual de escribir en un papel aquello negativo de nuestra vida y quemarlo en una hoguera, así como anotar en otro papel nuestro buenos deseos para guardarlos durante todo el año.
La psicóloga sanitaria Pilar Conde, directora técnica de Clínicas Origen, comparte con Efe cinco facetas psicológicas que nos perjudican y que aborda con frecuencia con sus pacientes en su consulta de Valencia (España).
Además, esta experta propone reemplazar cada una de estas actitudes, hábitos, conductas, pensamientos y creencias psicológicamente tóxicos, por una transformación mental que repercutirá positivamente en nuestra vida y ánimo:.
1.- Despídete del PESIMISMO
Consistente en hacer las cosas pensando en que van a salir mal ¡Da la bienvenida a este cambio positivo!
Pilar Conde aconseja “ser racional, ser consciente del papel que tenemos en que los asuntos que llevemos salgan bien, y no atribuir a los factores situacionales el éxito de aquello que, en realidad, depende de nosotros mismos”.
2.- Despídete de la INSEGURIDAD
Consistente en preguntar a los demás, qué harían ellos, y delegar la toma de decisiones en otras personas.
¡Da la bienvenida a este cambio positivo!: “Cuando tengas que tomar una decisión, debes valorar la situación antes de exponerla a los demás”, señala Conde quien sugiere:
“Trata de decidir sin consultar, si se trata de cosas cotidianas, o exponer la decisión a otras personas para que opinen. Si se refiere a algo más serio, diles que valorarás la información que te han dado, pero toma la decisión de manera totalmente autónoma”.
3.- Despídete de la DESCONFIANZA
Consistente en revisar los teléfonos de nuestra pareja y ver con quien se escribe, o a quién está siguiendo en las redes sociales.
¡Da la bienvenida a este cambio positivo! Conde recomienda: “confía en tu pareja, sin chequearla. Asume que no tenemos control sobre ciertos aspectos, y que el control no va a prevenir una infidelidad, sino más bien, conseguirá que tu pareja se muestre más tensa y desconfiada, perjudicando de esa manera la relación”.
“Tenemos que ser conscientes de que si, finalmente nuestra pareja es infiel, está en nuestra mano seguir o no con esa persona, pero hay que actuar ante un hecho, y no ante suposiciones”, recalca.
4.- Despídete de la BAJA AUTOESTIMA
Consistente en pensar “no sirvo para nada”, o que ”siempre me pasa a mi”, o que ”seguro que me sale mal”.
¡Da la bienvenida a este cambio positivo! En lugar de rumiar ideas tóxicas, Conde propone cultivar estos pensamientos positivos y estimulantes del tipo: “a veces cometo algunos fallos, pero la mayoría de las veces hago las cosas bien”; “me han pasado muchas cosas en la vida, algunas buenas y otras menos buenas, como al resto de las personas”; o “va a ser difícil pero, si me esfuerzo, lo conseguiré”.
5.- Despídete de la EXPECTATIVA EXAGERADA
Consistente en creer que los demás deberían de ayudarte, porque tú siempre estás pendiente de todos.
¡Da la bienvenida a este cambio positivo! La psicóloga Conde recomienda adoptar esta perspectiva: “yo elijo ayudar a los demás y, si en algún momento no me apetece hacerlo, no estoy obligad@. El que yo haga algo, no significa que los demás me deban nada. Cada persona es diferente y, si quiero que alguien me ayude, puedo pedir auxilio, sabiendo que una petición NO es una exigencia”. EFE