Activistas prodemocracia se enfrentaron a la policía delante la sede del Gobierno local este viernes en Hong Kong, donde la situación sigue siendo tensa pese al acuerdo de diálogo entre los manifestantes y el Ejecutivo.
Algunos manifestantes se han enfrentado este viernes a grupos opositores en dos de las zonas comerciales más concurridas de Hong Kong, provocando la intervención de la policía. Los enfrentamientos han estallado en Causeway Bay y Mong Kok después de que varios grupos hayan intentado derribar barricadas en una aparente reacción contra las manifestaciones, que han paralizado áreas de la ciudad.
Otros manifestantes se han enfrentado también a la policía delante la sede del Gobierno local.
Desde el extranjero se sigue con gran atención la crisis política en esta importante plataforma financiera internacional. Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Japón ya han manifestado su preocupación y han hecho llamamientos al diálogo y la moderación. Pekín, en cambio, reiteró sus críticas al movimiento de protesta, que pide un sufragio universal sin limitaciones del poder central, y advirtió que la movilización está «condenada al fracaso».
Este viernes por la mañana, las principales avenidas de la ciudad seguían bloqueadas y varios barrios de la antigua colonia británica paralizados después de cinco días de protesta. Sin embargo, la mayoría de los manifestantes congregados ante la sede del Gobierno había vuelto a su casa, quedando unos 100 en el lugar. La policía forzó su paso en medio de esos manifestantes, que estaban bloqueando uno de los accesos a las oficinas del Gobierno, afirmando que un agente herido de gravedad necesitaba ser evacuado en ambulancia. Los manifestantes se negaron a moverse y gritaron «¡mentirosos, mentirosos!». Finalmente, los policías lograron pasar.
Los manifestantes habían dado un ultimátum al jefe del Gobierno local, Leung Chun-ying, para que dimitiera antes del jueves a medianoche. En una alocución media hora antes de que expirara ese plazo, el dirigente se negó a dimitir, pero encargó a su número dos, Carrie Lam, que dialogue con un destacado grupo estudiantil, que ha estado en la vanguardia de la movilización prodemocrática. Este viernes por la tarde, no obstante, no había información aún de que hubiera comenzado ese diálogo.
Algunos manifestantes sospechan que Leung podría estar tratando de ganar tiempo, a la espera de que la población de Hong Kong se canse de las protestas, que han obligado al cierre de escuelas, bancos y negocios y la suspensión de servicios de transporte público. «Creo que está esquivando a la gente que está manifestando sus opiniones», dijo a AFP una de las manifestantes,
Abigail Hon. «De ahora en adelante me voy a quedar fuera por la noche. Esperamos que Leung afronte el problema y responda a lo que estamos pidiendo», dice Abigail Hon, que prefiere que sea Leung quien hable con los manifestantes y no su adjunto.
El movimiento Occupy Central, uno de los principales de la protesta, dio no obstante la bienvenida a la oferta de diálogo, que espera suponga «un giro ante el bloqueo político actual».
Pekín se mantiene firme
El 31 de agosto, China dijo que los hongkoneses podrán elegir por sufragio universal al jefe de su Gobierno en 2017, pero entre una lista reducida de candidatos nombrados por un comité leal al poder central de Pekín. Los manifestantes rechazan de plano esta condición y acusan a Pekín de proponerles una «falsa democracia».
En un editorial publicado este viernes el Diario del Pueblo, órgano de comunicación del gobernante Partido Comunista Chino, dejó claro que Pekín no está dispuesto a ceder. «Hacer respetar la decisión» del comité permanente de la Asamblea Nacional Popular (Parlamento) es «una decisión necesaria y la única decisión» posible, escribe el diario. Las manifestaciones son «contrarias a los principios legales y están condenadas al fracaso», añade.
Según los analistas, es muy poco probable que Leung dimita. Y es que esto pondría en evidencia tanto a Pekín como al ‘establishment’ hongkongués, justo cuando el Partido Comunista chino está intensificando la represión contra la disidencia en el continente.
Hong Kong, colonia británica hasta 1997, es una región administrativa especial que goza de una serie de libertades (de expresión, manifestación) y un sistema político multipartidista que no existen en la China continental, gobernada por el Partido Comunista (único).
Los manifestantes hongkoneses denuncian una intromisión creciente de Pekín en sus asuntos internos.