

Hemos conocido que en un hospital australiano un error informático (error humano para el propio hospital) ha dado por muertos a 200 pacientes.
Puede sonar a risa o, cuando menos, a que se ha podido dar a la tecla del cero más de una vez. Pero lo alarmante, en la era de la tecnología e informática, es que esta tecnología, necesaria por supuesto, nos hace ser proclives a cualquier adversidad en la que el hombre es la víctima.
Hoy se dan por muertos a 200 pacientes, lo que significa para el hospital un problema bastante importante para con todos y cada uno de ellos. Corregir historias, encauzar tratamientos, volver a organizarlos dentro de sus necesidades de salud… Y eso sin pensar que, a causa del fallecimiento, hayan desaparecido también sus datos.
Y el paciente ¿qué puede hacer al respecto? ¿cabe la denuncia?, en su caso, ¿de qué serviría?
Sea como fuere, este es uno de los temas para controlar y cuidar con especial atención. No olvidemos que ahora los pacientes no sólo estamos al amparo y protección de los médicos, sino también al libre albedrío de las políticas sanitarias impuestas por los gobiernos y en manos de la necesaria informática, aunque quizá no tanto en algunos ámbitos.
Los pacientes estamos informatizados, hemos pasado de ser un número o un nombre a estar detrás de una tecla y un sistema que puede fallar y puede ocasionar daños que lleguen a ser irreversibles. Historia clínica informatizada, radiografías informatizadas, receta electrónica, enfermedades y tratamientos, contabilización de fallecimientos, nacimientos … todo a golpe de tecla.
Si falla el sistema, con o sin error humano por medio, falla el paciente y la vida.
Directora NI
