Últimas noticias

La risa

Artículo 177

La risa es un reflejo físico ante un colapso conceptual.

El cardiólogo norteamericano William Fry (que el hombre también podría haber nacido en Ávila), pero llamándose así, decidió nacer allí, analizó la risa y llegó a la conclusión de que una buena carcajada es un ejercicio físico, pequeño, pero que ahí está. Libera endorfinas y deja el cuerpo relajado y sin estrés.

La risa despierta los anticuerpos y las células naturales de defensa del organismo.

Ya lo ven, los hay que te ven riendo y te hacen un estudio.

Don Santiago Ramón y Cajal (que como saben no eran dos), dijo:

“Los españoles somos inconscientes, indisciplinados y apasionadamente localistas”.

Si aplicamos esta frase al humor, nos encontramos con que cada autonomía crea a sus propios cómicos rehusando reírse de los demás, o cuando menos, no se entrega con facilidad al risoteo.

Por extraño que parezca, así es. La gente ha llegado a un punto que prefiere reírse de una ordinariez dicha con su acento que de una genialidad dicha por otro, menos aún si es vecino de comunidad.

Desde luego que no somos iguales ni nos reímos de lo mismo. Es más, si mañana todos nosotros partiéramos de cero y a cada uno nos dieran 3.000 euros, al mes volvería a haber ricos y pobres. ¡Es condición humana!

Dijo Shakespeare que el humor dependía de quien escuchaba la gracia incluso más que del que la contara, es decir, que si el individuo no sabe de lo que está hablando el humorista o desconoce por completo el tema que aborda, no se reirá.

Luis María Anson, en su artículo “Despreciar lo que se ignora”, escribía: ¿Qué le ha gustado de Montenegro, querida ministra? La respuesta de la ministra de cultura fue: Es un gran escritor, todo él me interesa.

¿Te habrá divertido leer El dinosaurio?

Precisamente lo estoy leyendo ahora, pero con tantas preocupaciones y compromisos, he reservado el fin de semana para terminar de leerlo.

Con este solo dato que nos da la señora ministra basta para partirse de risa si conoces el libro.

El dinosaurio es el cuento más breve de la historia de la literatura.

El dinosaurio. “Cuando despertó el dinosaurio aún estaba allí”.

Bueno, también hay controversias al respecto, puesto que dicen que fue Luis Felipe G. Lomelí, con su título “El emigrante” que publicó en el libro “Ella sigue de viaje” con este texto:

– ¿Olvida usted algo?

– Ojalá.

Tanto es que me atreví a escribir mi cuento:

“Perdió el tren y se quedó a vivir allí”.

El chiste forma parte del humor, pero muy poquito.

El día que dejé de contar chistes.

Me preguntaba para un programa de COPE Lleida, Cosme García i Mir, mientras los otros artistas que acudieron al festival benéfico en ayuda de alguna de las múltiples causas que nos ponen en marcha, iban haciendo.

Yo, me encontraba entregado en cuerpo y alma a la entrevista, puesto que a mí no solía entrevistarme nadie nunca.

Llegó el momento de actuar. Y salí contando el mismo chiste con el que había terminado su actuación el cómico anterior.

La gente me cortó y empezó a gritar: ¡Qué ese ya lo han contado! ¡Cuenta algo que no sepamos! Silbaron y gritaron, momento que aproveché para abandonar el escenario. ¡Nunca más!

Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com

Artículo anterior Ictus pecata mundis

About The Author

Otras noticias publicadas

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies