Por Jesús Javier Corpas Mauleón
Conste que lo avisé; que la empresa Eurotauroluján había puesto los mimbres para un buen cesto donde cupiera el éxito; que ganadería y diestros eran para ello.
¿Y porqué escribo como triunfador a Javier Marín, si Juan Leal también cortó tres apéndices? se preguntará alguno que no acudió. Lo razono:
Sabe el aficionado que primero hay que observar los toros para poder valorar las faenas de quienes les hayan salido del sombrero del mayoral.
Los primeros cinco de El Pilar tuvieron unas hechuras y un comportamiento parejo. Correctamente presentados, fueron muy Juanpedros. Nobles, con clase, descolgando y sin exceso de fuerzas.1º,4º y 5º resultaron premiados con ovación en el arrastre. Tanto Leal como De Miranda estuvieron toreros y demostraron porque generan expectación, cada uno en su estilo. Ambos eficaces en la suerte suprema, destacaría como se volcó a matar o morir Leal en su segundo.
Javier Marín a Meloso lo pasó tanto de capote como con la muleta, francamente bien. Templado, con aplomo, relajo y empaque, con un concepto de toreo clásico, dio muletazos de muchos quilates. En mi burladero, un matador retirado, hoy crítico taurino, me comentaba que le estaba recordando a Urdiales; no es pequeño piropo. Este colorado, herido de muerte por una espada algo tendida, se aguantó sobre sus patas lo justo como para que quedara en un trofeo lo que hubiera sido de dos.
Y salió el sexto. Fue distinto a sus hermanos; los superaba en trapío; alto, así mismo presentó más agresividad y dificultades. Echaba la cara arriba pero, al bajarle el engaño doblo manos. Pues Javier Marín, pese a llevar pocas corridas, estuvo por encima de la res y resolvió la papeleta con par de orejas ganadas a ley en tres tandas de naturales, otra de derechazos, adornos y estocada. A veces tres no son lo mismo que tres. De sentido común sería que este Marín lo encartelaran en todas las ferias de Navarra y, al menos, en Bilbao, San Sebastián o Logroño como primer paso.
De todas formas, los tres de a dos y los seis de a cuatro hicieron disfrutar a un público que abandonó el ruedo contento mientras el trío de espadas lo hacía a hombros.
Así que quiero felicitar a diestros, ganadero, empresa y ayuntamiento; también a Sergio Sánchez o a la peña Seis miércoles seis (vaya numero numérico estoy montando) por estar siempre ahí.
Cualquiera que viera el ambiente de restaurantes y terrazas cirboneras, tanto antes como después de la corrida, se daría cuenta de que el consistorio tuvo un acierto al apoyar ese acto. Acto que, como permite realizarse ordenado y con todas las medidas, debiera llevarse a cabo en cualquier localidad, independientemente de que no se celebren las fiestas.
FICHA:
Cintruénigo, 4-9-2021. Más de tres cuartos de entrada sobre el aforo permitido.
Seis toros de El Pilar.
Juan Leal, oreja y dos orejas.
David de Miranda, oreja y oreja.
Javier Marín, oreja tras aviso con petición de la segunda, y dos orejas.
Presidencia a cargo del alcalde Oscar Bea, con Rosa López como asesora veterinaria y José Luis Gil, artístico. Cumplieron su tarea.
¡Excelente demostración de lo que es el arte en la plaza!