Y ahora toca hablar de presupuestos
Los presupuestos son vitales para una actividad. Marcan lo que se puede y no se puede gastar, dan estabilidad y margen de maniobra a quien toca dirigir.
En Navarra, en su capital, Pamplona, y en otros muchos lugares de su geografía, estos días se debate sobre ellos. Sin embargo, hay un factor que desestabiliza dicha situación. Es la obsesión que tienen algunos de pactar con partidos amigos de asesinos de ETA, sin sentimiento de culpa alguno. Y así, el juego se rompe.
El alcalde y su equipo de gobierno pamplonés lo tiene claro y pactará con las formaciones políticas, pero no con Bildu mientras PSN, aquel que fue oposición al nacionalismo y hoy gobierno con ellos, dice que no se da el clima necesario para aprobar los Presupuestos de Pamplona”
Imagínense que hubiera que pactar, que hubiera que dialogar, con un partido político que no condena, elogia y recibe con honores a los terroristas islámicos que mataron en las ramblas barcelonesas.
Sin embargo, hoy sin pudor alguno, se pacta con ellos y se arrincona a las víctimas del terrorismo de ETA.
La nueva «anormalidad».