Circula una viñeta tipo comic por las redes sociales en la que se critica que, mientras en tu casa o en la calle, uno no puede estar con más de cinco personas, en el metro o en el autobús puedes estar rodeado de gente o, incluso, en el colegio puedes estar con más de 20 o 30 personas.
Realidad meridiana la de la viñeta, si señor.
Ahora se confina a poblaciones «a medias» volviendo locos a los ciudadanos, pero no evitando las aglomeraciones en metros, autobuses y en colegios. ¿Sirven entonces de algo? ¿O son simples maneras de controlar a una población o imponer cuestiones políticas que de otra manera serían incomprensibles?
Para reflexionar.