El Gobierno de Navarra y la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC) anunciaban que habían llegado a un acuerdo para recomendar, ambos, a los ayuntamientos de esta tierra, que suspendieran las fiestas patronales en 2020 y demás actos festivos por motivo del coronavirus.
El principal partido de la oposición en el Parlamento navarro, la coalición Navarra Suma, rechazaba dicha versión y afirmaba que no se había tomado ningún acuerdo oficial al respecto.
Independientemente, de si hubo acuerdo o no al respecto, los ciudadanos navarros tienen que tener seguridad, tienen que saber que sus gobernantes les protegen.
Si las fiestas por antonomasia navarras, los Sanfermines y las de otras localidades navarras, Tudela o Barañáin, por ejemplo, hace semanas que se suspendieron y, estos últimos días esta habiendo rebrotes y más que se esperan, no se entiende que tanto el gobierno como la FNMC cejen en su responsabilidad y se la pasen a los ayuntamientos.
Ya deberían estar suspendidas dichas fiestas.
Pero bueno, una vez más, el síndrome del avestruz corretea entre nuestros gobernantes. Así nos va.