Nieves Ciprés
El teatro de lo absurdo es el que Sánchez y Torra han protagonizado estos días durante los actos violentos del “proceso” separatista-independentista-secesionista catalán.
Más de 600 heridos, de ellos la mitad policías, uno en estado muy grave. No se lo merecían.
Mientras Sánchez ha dejado alentar la violencia, Torra recibía a alcaldes afines al “proceso”, jaleaba a los violentos y la Policía Nacional era atacada en la Vía Layetana barcelonesa.
Se tenía que haber aplicado la Ley de Seguridad Nacional, la suspensión de autonomía, el Estado de sitio… Pero todo apunta a que Sánchez confía en el 10 N, tras el cual podrá seguir la negociación con los independentistas.
La situación pasa del esperpento a lo inadmisible y lamentable. Lo peor, que se trata de contentar a la otra parte en Colón con grandes banderas de España y manifestaciones que no sirven para nada, ni siquiera para medir fuerzas.
Y ¡eh aquí! que la rebelión catalana ha hecho olvidar la recesión que ya se atisba. Situación bien escondida por el socialismo de este país, que amenaza con hacer saltar por los aires la economía española, con las peores consecuencias en la historia reciente de España.
Los indicadores macroeconómicos desde 2017 asi lo señalan y con Sánchez en el Gobierno, el paro se reduce diez veces menos y el empleo crece tres veces menos.
En estos momentos España, además, pierde uno de los motores que le ayudó a salir de la última crisis: las exportaciones pierden fuelle desde 2017 y pasan del +8,9% hasta el +1,1%.
De revancha y elecciones, ha continuado la semana. Ante una familia que, hasta el último momento, ha luchado por evitarlo, los restos mortales de Franco han sido exhumados, ahora, del Valle de los Caídos, donde yacía hace más de cuarenta años. La decisión, la de un gobierno revanchista que pretende acabar con parte de la historia reciente de España. La desmemoria histórica quiere triunfar frente a la verdadera memoria histórica.
Sea como fuere, finalmente, al que llaman dictador se le ha rendido homenaje en dos funerales. Este último, con más protagonismo. Día a día, mes a mes, en las redes, llenando titulares y cuerpos de noticia por doquier. Franco, al que quieren erradicar, continúa siendo el Jefe de Estado más conocido.
Y más… Resulta chocante que a los llamados «progresistas» se les llene la boca pidiendo una gran acogida a los inmigrantes y se descubra que el gobierno progresista-socialista-nacionalista de Chivite no dispone de protocolo de acogida para los MENAS que acaban buscándose la vida y con ello la delincuencia. ¿Merece la pena acogerlos, para luego abandonarlos a su suerte?
Y ¡otra de gambas! Ante la queja de porqué introducían un mapa de «Euskalherria», cuando exclusivamente se tenía que hablar de Navarra, decía el comercial de una editorial de libros de texto: «Sabemos que incumplimos la Ley, pero sino, no nos compran. El negocio, es el negocio».
Años, llevamos en los que la realidad navarra se tergiversa, se doblega ante los deseos del nacionalismo vasco y desde la más tierna infancia, cuál lavado de cerebro, se ha hecho aprender.
Que ahora se haga un intento por cambiar esa realidad, no parece mal, pero surgen las preguntas: ¿Por qué no se ha hecho antes? ¿Por dejadez? Seguro que no.
Y ayer, el PSN se unía, una vez más, con Bildu. Tras ceder la presidencia de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) al candidato de Bildu, retirando incluso su candidatura, la concejal del PSN en Pamplona, Maite Esporrin, accedió a ser nombrada “a dedo” vicepresidente del propio organismo.
A Sánchez, poco le importa. Se encuentra “cómodo” en el poder con el apoyo de los «amigos» de ETA o de los amigos de los agresores de Alsasua, los que dieron la paliza a dos guardia civiles y a sus novias.
¡Quién ha visto y quién ve al PSOE!, antes víctimas y amigos de las víctimas de la barbarie de ETA y hoy amigos de los nacionalistas que homenajean a etarras.
Nieves Ciprés Aznar, periodista
