Pasada ya la resaca del sábado pasado, cuando se constituyeron los ayuntamientos y tras la «gran ofensa» sufrida por el mundo nacionalista vasco al perder algunas alcaldías de renombre, éste se ha propuesto no volver a salir escaldado y, para ello, en boca de Barkos, acaba de pedir la presidencia de la Mesa del Parlamento navarro para Geroa Bai y un puesto en ella para Bildu.
Como siempre, Geroa bai, la coalición nacionalista aquí en Navarra, pidiendo beneficios para Bildu.
Geroa Bai pretende ser el espejo donde mirar al gobierno navarro; Geroa Bai quiere continuar con su política de desaparición de Navarra y, para ello, necesita controlar a la sociedad navarra. Qué mejor manera que estando en el Gobierno y sino en la institución más alta.
Para ello, tras el castigo en las urnas, necesita al PSOE y, para ello necesita convencer a PSN de las bondades de un nuevo Gobierno nacionalista en Navarra.
Un nuevo Gobierno nacionalista sería una hecatombe para la singularidad navarra. Algo que el PSN no debería propiciarlo, y lo sabe.
Pero para ello está su líder Sánchez para ordenar que con el nacionalismo nada de nada.
Haber si es verdad