Tras la dirección ejecutiva celebrado estos días pasados, el Partido Popular, dirigido por Pablo Casado, cambia de nuevo su rumbo.
El Partido Popular, a juicio de algunos barones del partido debe centrarse, debe alejarse de VOX y debe acercarse a Ciudadanos, eso sí, pero marcando distancias. Se cree que, con ello, los votantes volverán al partido y, con ello, volverán a ocupar el puesto que les corresponde.
Giro, por tanto, copernicano de un partido que aspira a volver a ocupar el poder.
Pero, realmente, qué significa ocupar el centro. Volver a ser un partido tal y como lo modelo Rajoy, tal y como quiso modelarlo Soraya Saénz de Santamaría o ser un partido que quería ser fiel a sus principios originales.
Curiosas las vueltas que da la vida, el denostado Rajoy se convierte en el espejo que quieren ver algunos y el alabado Casado se convierte en algo a denostar.
Un Partido Popular que tiene que recuperar el norte, pero sin dar tantas vueltas, no vaya a marearse.