Las comisiones de investigación de un Parlamento suelen servir de bien poco, o más bien de nada. Los señores políticos se reúnen, piden informes y más informes sobre el caso que les ocupa, hablan, discuten y nada más.
Porque eso es lo que realmente concluyen dichas comisiones. Debe recordarse que cualquier ilegalidad cometida quien la juzga es un Tribunal, no un grupo de señores que se pasan la vida hablando y hablando.
No extraña que, a veces, como el caso que nos ocupa, los señores comparecientes no acudan “por cuestiones de agenda” a dichas comisiones. El presidente de Iberdrola no acudía ayer al Parlamento de Navarra a la Comisión que investiga el dinero dado por el gobierno nacionalista vasco de Navarra a, una empresa, Davalor. Más de un millón de euros que, por lo visto, se ha esfumado y la Comisión investiga lo acontecido.
Pero como sucede, una y otra vez, se habla, se habla, se piden comparecencias y no se llega a nada. Quizá la «agenda» del presidente de Iberdrola haya pensado, ¿Para qué voy a ir?
Esa es la labor, por lo visto, de los políticos, hablar mucho y no hacer nada. Eso sí, el dinero de los contribuyentes no importa perderlo.