La vicepresidenta Calvo parece no darse cuenta de que con quien quiere negociar es con quien quiere hacerle daño. Está empeñada en que, cueste lo que cueste, hay que seguir intentándolo. Así se lo piden.
El fracaso de las «políticas» y «negociaciones» están costando muy caras a España. Un país que se desangra cada día que pasa; que ve cómo su Gobierno se plasma incapaz de frenar a esa horda de independentistas, ya que a cada cesión del gobierno, se responde pidiendo, más y más.
Cuántos militantes socialistas verdaderos se estarán preguntando, ¿Qué he hecho para merecer esto?
El.gobierno, eso sí, a lo suyo. Sillón y más sillón.