La autocomplacencia que en la rueda de prensa mostró ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, raya el esperpento.
Proclamar que, en 7 meses se han hecho más cosas que en 7 años, es creerse una mentira tan grande que, el que la dice acaba creyendo que es verdad.
No hay una cifra macroeconómica que pueda servir para la autocomplacencia, pese a que el presidente se lo crea. Basta mirar al déficit, basta mirar a la educación, a la sanidad para darse cuenta de que lo que se cuenta no es cierto.
El pacto que Pedro Sánchez lleva a cabo con nacionalistas y antisistema parece querer olvidarse, puesto que hay un objetivo oculto cual es la destrucción del Estado, la destrucción del sistema. Como también quiere olvidarse que el pacto de moción de censura se hizo para convocar unas elecciones que no se han convocado ni se convocan, más al contrario, se continua en el poder . Si a ello se añade que, precisamente, para mantenerse en el poder, hay que pactar con quienes quieren querer destruir un Estado monárquico para convertirlo en un Estado republicano de infaustos recuerdos para este país, puede comprenderse el porqué de la situación actual.