El modelo penitenciario español es buenista. Su objetivo es la reinserción del preso. Da igual el tipo delito cometido y da igual su gravedad. De ahí que en este país un preso con más de mil años de condena, caso de muchos asesinos de ETA, solo llegue a cumplir 20, a lo sumo 30 años.
Con los asesinos de ETA, hay un matiz añadido y que debería ser una causa de su no salida de prisión, antes, mucho antes, del tiempo de su condena. Dicha causa es que muchas de sus víctimas aún viven y lo hacen en las mismas calles donde fueron asesinados sus familiares.
Ahora, como consecuencia del cambio de política penitenciaria del gobierno socialista del señor Sánchez, va y resulta que los presos de ETA van a volver a su tierra, a cárceles próximas a sus lugares de origen.
Hasta ahora era esta una medida, el que no estuvieran cerca de sus familias, coercitiva. Se pretendía presionar así al entorno etarra para provocar la petición de perdón y, así, con ello, conseguir medidas reductoras de su condena.
El ministro de interior lo ha dejado muy claro, si, se van a acercar a presos de ETA.
Gracias señor ministro, las víctimas se lo agradecerán desde sus tumbas.