
Ayer, primer día de las fiestas de San Fermín jugaba Francia contra Uruguay el pase a semifinales del Campeonato del Mundo. Las calles de Pamplona estaban llenas de franceses que habían venido a disfrutar de unas fiestas, que allí en su país ni sueñan con tenerlas, y tate, las calles, los bares se llenaron de el himno francés por excelencia, La Marsellesa.
Sin ningún tipo de pudor, los franceses entonaban su himno una y otra vez. Algo impensable si hubiera sucedido con el himno de España. ¿se imaginan ustedes, a pamploneses entonando en plenos sanfermines el himno de España?
Debería llevarnos a la reflexión este hecho. El concepto de España en estos momentos en muchos lugares de este país ha desaparecido. Entonar que no cantar el himno de España, puesto que, lamentablemente no tiene letra, es considerado de “fachas”.
El complejo de ser facha o lo que es lo mismo ser de Franco, es algo extendido en nuestra sociedad. Todos lo tienen claro, entonces, para que hay que entonar el himno, “no vaya a ser que me meta en problemas”.
Desde aquí mi enhorabuena a los franceses, franchutes, gabachos y demás apelativos utilizados en esta tierra para nombrarlos. Ellos no se avergüenzan de decir que son franceses y de cantar su himno, ¡Viva la France!, ¡Viva Francia!
Miguel Juaniz Pedraz, un estelles fisgón
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