El ministro de Cultura y Deporte, Màxim Huerta, ha asegurado hoy que sus obligaciones tributarias «están al corriente» y que no tiene «ninguna duda moral ni conflicto», al conocerse que fue sancionado a abonar 218.000 euros a Hacienda: «Pagué lo correspondiente y asunto cerrado».
En una entrevista en Onda Cero, Huerta ha subrayado que no se plantea presentar su dimisión ya que el fraude tributario que se le achaca es anterior a su condición de ministro, en su etapa como presentador de televisión.
Debería estar prohibido que una persona que ha defraudado a Hacienda pueda ocupar un cargo público. Tanto código ético y luego nadie lo aplica. Lamentable