Los sucesos de la fallida independencia de Cataluña acontecidos estos meses, han ocultado otros asuntos de calado en el panorama político español. Asuntos que tienen que ver con la corrupción de la clase política.
La corrupción a la catalana, con el clan Pujol; el caso Urdangarin, los ERES andaluces, Gürtel, Púnica y la financiación ilegal del PP. En este último caso, se ha podido comprobar que el PP, presuntamente, obtenía ingresos para su campaña electoral saltándose la Ley.
El extesorero del Partido Popular Luís Barcenas, el “cabeza de turco”, de este caso, veía como ayer, se admitía a juicio su denuncia, contra, el que había sido su partido, el PP, por haber roto los discos duros de sus ordenadores- claramente para evitar que la justicia pudiera encontrar pruebas incriminatorias contra este partido-.
El PP ve como, una vez más, alguno de sus integrantes es investigado por corrupción. Y es que la permanencia en el poder durante muchos años acaba creando vicios, algunos inconfesables.
Se impone, por tanto, un acortamiento en los mandatos en los partidos y en los cargos públicos.Ya en su día, el hoy expresidente José María Aznar, también del PP, ya alertaba de lo peligroso que era estar en el poder más de 8 años, más de dos legislaturas.
El PP podría enfrentarse este próximo año con sentencias contrarias a sus intereses. Faltando entonces un año para las próximas elecciones generales, podría suponer una catástrofe para sus aspiraciones y también para las de su líder, Mariano Rajoy.