La actriz Rosa María Sardà ha devuelto a la Generalidad de Cataluña la Cruz de Sant Jordi por considerar que, «dadas las circunstancias», no era merecedora de una de las máximas condecoraciones que concede cada año el Gobierno catalán.
Sardà la entregó personalmente a un funcionario en el Palacio de la Generalidad el pasado 24 de julio, desvela hoy la cineasta Isabel Coixet en un artículo en El País.