- Por José V. Ciordia, historiador
Tal día como hoy, un 30 de septiembre de 1888, el mayor asesino en serie de la historia, Jack el destripador cometía su tercer y cuarto asesinato. El barrio londinense de Whitechapel será el escenario de dichos crímenes.Mata sin dudarlo a Elizabeth Stride y a Catherine Eddowes cortándoles la garganta, mutilándolas genitalmente y extirpando sus órganos.
A mediados del siglo xix el East End de Londres tenía sobrepoblación y su nivel de calidad de vida era mísero La situación empeoró con la proliferación de barrios de clase baja con notables índices de pobreza, violencia, alcoholismo y prostitucción.
Pese a que se investigó aproximadamente a trescientos sospechosos, la investigación policíaca resultó ineficaz en el esclarecimiento de la identidad del asesino serial, y fue objeto de burla y polémica por parte de la prensa.. Esto derivó en el establecimiento de un comité ciudadano encargado de patrullar las calles de Whitechapel, identificar a posibles sospechosos e investigar por su cuenta los asesinatos. Aunque el autor de los crímenes nunca fue identificado, surgieron varias teorías y sospechas por parte de la policía, prensa y autores para explicar los posibles conocimientos quirúrgicos
La policía recibió al menos tres cartas supuestamente firmadas por el asesino, en las que este se mofaba de las investigaciones y amenazaba con seguir asesinando a prostitutas. Una de las misivas estaba firmada por «Jack el Destripador» y a partir de ese entonces el asesino comenzó a ser referido por este apodo.
El mito de Jack el Destripador ha sido el concepto central de varias obras literarias, artísticas y cinematográficas que, por lo general, combinan hechos reales con elementos ficticios y de terror, ayudando a consolidar una alegoría en torno al homicida que prevalece en la época contemporánea.