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Cirugía para la obesidad: el éxito pasa por seguir un estilo de vida saludable

Cirugía para la obesidad: el éxito pasa por seguir un estilo de vida saludable

La cirugía bariátrica para tratar la obesidad disminuyendo el peso corporal se considera un éxito si consigue reducir más del 70% de los kilos sobrantes y si el paciente logra mantener el peso alcanzado tras la operación siguiendo una dieta equilibrada y actividad física regular. En el Día Mundial de la Obesidad, el 12 de noviembre, abordamos las diferentes técnicas quirúrgicas contra esta enfermedad

 

EFE/EPA/BonhamsEFE/EPA/Bonhams

Cada técnica se adapta al tipo de paciente, aunque no influye ni el sexo, ni la raza, pero sí la edad. Cada vez se acepta más en menores que lo requieran.

De hecho, las sociedades científicas proponen adelantar el paso por el quirófano para adolescentes de 16 años ante el aumento de casos de menores con obesidad grave en España, que pueden tener “problemas muy serios de salud” si se espera a su mayoría de edad para realizar estas intervenciones.

“Hay pocas enfermedades relacionadas con la obesidad que contraindiquen la cirugía, algunas sindrómicas como el síndrome de Prader-Willi, personas que comen compulsivamente, con ansiedad, que no dejan de picar y sufren algún retraso mental, pero son casos muy puntuales”, explica el doctor Ramón Vilallonga Puy, experto en cirugía bariátrica y metabólica en el Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona y secretario general de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO).

¿Qué paciente es candidato?

Intervención de un novedoso bypass gástrico por laparoscopia en el hospital La Inmaculada de Granada a un hombre de más de 300 kilos. EFE/Miguel Ángel Molina

Intervención de un bypass gástrico por laparoscopia en el hospital

La Inmaculada de Granada a un hombre de

más de 300 kilos. EFE/Miguel Ángel Molina

El parámetro que se utiliza es el sobrepeso (la diferencia entre el peso ideal y el actual) y se tiene en cuenta la historia clínica del paciente, no es lo mismo ser obeso desde la infancia que haber cogido peso de adulto por circunstancias como una depresión o un embarazo.

Los candidatos a cirugía son aquellos cuyo Indice de Masa Corporal es superior a 30, descartándose así los que poseen un índice entre  25 y 30,  que se considera sobrepeso y cuyo tratamiento es a base de dieta y ejercicio, en ningún caso cirugía.

Entre 30 y 35 de IMC es obesidad tipo I y son candidatos a cirugía. Se ha comprobado que, por ejemplo, en los enfermos con diabetes pasar por el quirófano aporta un beneficio por encima de otro tratamiento médico.

Con un IMC entre 35 y 40 se trata de una obesidad tipo II y para cualquiera que tenga una enfermedad asociada a la obesidad (diabetes, hipertensión, artropías, apneas del sueño, hígado graso…) el mejor tratamiento es el quirúrgico.

A partir de 40 de IMC es obesidad mórbida. Incluso en el caso de que no haya enfermedades asociadas, se beneficia de cirugía por encima de cualquier otro tratamiento.

Técnicas quirúrgicas

Las técnicas quirúrgicas, que se aplican según las características de cada paciente, más utilizadas son la gastrectomía vertical y el bypass gástrico.

En general, las prácticas de quirófano son de tres tipos, según datos de la SECO:

1. Restrictivas: procedimientos que limitan la ingesta.

  • Banda gástrica: una técnica que apenas se utiliza ya y que ha dado algunos problemas. Hace años se produjo un boom de este técnica que consiste en la colocación de una anilla con calibre ajustable alrededor de la entrada del estómago.
    Imagen de una gastrectomía vertical. Foto cedida.

    Imagen de una gastrectomía vertical. Foto cedida.

  • Gastrectomía vertical: Más fácil y rápida. Es la práctica más utilizada en el mundo desde 2014 y en España desde 2015 tanto en el sistema público como privado. Consiste en extraer aproximadamente el 80% del volumen del estómago. Se deja un estómago en forma de tubo que representa aproximadamente unos 150-200 centímetros cúbicos de capacidad. La pérdida de peso se consigue por la reducción tan  importante que se realiza en el volumen del estómago. Utilizada en los adolescentes.

2. Mixtas: entre la limitación de la ingesta y la mala absorción de los nutrientes.

  • Bypass gástrico: Consigue la pérdida de peso por dos mecanismos, por un lado se construye un estómago de una capacidad muy reducida y por otro, se realiza un cruce en el intestino delgado (bypass) que condiciona que se utiliza sólo un 60% aproximadamente para la digestión y absorción de los alimentos. Este procedimiento tiene un componente restrictivo y otro de mala absorción.
  • Gastroplastía tubular plicada: Esta cirugía consiste en la reducción de la capacidad del volumen del estómago mediante el pliegue hacia dentro de la propia pared del estómago. El volumen inicial queda ocupado por las paredes del estómago invaginadas con lo que se consigue que entre menos cantidad de alimento. Se trata de una cirugía restrictiva.

3.- Mala absorción: Más agresivas, combinan la restricción pero sobre todo se centra en lograr que el intestino delgado absorba poco. Técnicas reservadas a pacientes muy graves, con diabetes severa, hipertensión, problemas cardiovasculares etc.

  • Cruce duodenal: Este procedimiento tiene dos componentes. En primer lugar se construye una gastrectomía vertical mediante la resección de aproximadamente el 80% del estómago. En segundo lugar se produce un cruce en el intestino delgado a la altura del duodeno para que se aproveche aproximadamente el 50% del mismo para la digestión y absorción de los alimentos.
  • Derivación biliopancreática: Consiste en reducir la capacidad del estómago a la mitad, y en un cruce en el intestino delgado; de manera que se utiliza sólo el 40% para la absorción y digestión de los alimentos. La principal causa de la pérdida de peso es el importante volumen de intestino delgado que se excluye del paso de los alimentos.

Los resultados

Con todas las técnicas, los pacientes pierden desde el 70 hasta  100 por ciento del peso que les sobra, incluso algunos llegan al 110%.

“La mayor pérdida de peso se produce en los seis primeros meses después de la cirugía y es cuando hay que hacer hincapié en los buenos hábitos alimentarios y de ejercicio porque es el mejor medicamento que podemos ofrecer”, asegura el cirujano Ramón Vilallonga, también profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.

“Hay que aprovecharlo -advierte- porque al cabo de un año el peso ya solo depende de lo que se come y de lo se que gasta y también dependerá de una obesidad metabólicamente más activa y esto hace que el paciente pueda ganar más o menos peso”.

Pero cuando no se llega a perder ni el 50% del peso sobrante, apunta, “hablamos de fracaso y hay que buscar el problema: es posible que no haya sido bien estudiado, que tenga ansiedad no detectada….”.

QIN02 QINGDAO (CHINA) 08/07/07 : Un grupo de chinos hacen ejercicio durante un programa para perder peso en la ciudad de Qingdao, en la provincia de Shandong al este de China, hoy domingo 8 de julio. Más de 80 jóvenes con sobrepeso participan en el programa de 45 días. Según los medios de comunicación, hay un 28,9 por ciento de personas obesas. EFE/Wu Hong

EFE/Wu Hong

Otro de los problemas del paciente sometido a cirugía baríatrica es que no es constante en sus revisiones de mantenimiento y acaba por desaparecer de la consulta del endocrino al cabo de los años, por lo que no se puede llevar un control de efectividad.

Según el doctor Vilallonga, se puede estimar que entre el 60 y el 70% de los enfermos logran mantener el peso a largo plazo; entre el 20 y 30% ganan peso quedándose en su punto intermedio y el resto, menos del 10%, volverían a su peso de antes de la cirugía.

“Si el paciente no cambia la manera de comer y de vivir -apunta – volverá a engordar, la cirugía solo es un estimulo mecánico y también metabólico para que el cuerpo durante unos meses tenga un engaño tan potente que ayude a perder peso, luego también ayuda pero no es definitiva. Intervienen el tipo de comida o las adicciones como el alcohol”.

En España, se reduce el número de operaciones

El número de operaciones de cirugía bariátrica se ha reducido en el último trienio en España, con una media de 5.000 intervenciones, lo que supone que solo un 2 por ciento de los pacientes con obesidad mórbida acceden anualmente a estas técnicas quirúrgicas.

Una cifra muy baja en comparación con otros países europeos o América del Norte, ha señalado el doctor Juan Carlos Ruiz de Adana, presidente de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad y de las Enfermedades Metabólicas (SECO), quien ha pedido que se priorice y se promocione esta cirugía para mejorar el estado de salud y la expectativa de vida de los pacientes.

Con motivo del Día Mundial contra la Obesidad, que se celebra mañana, esta sociedad científica ha recordado que la mitad de la población adulta en España tiene sobrepeso y uno de cada cuatro padece obesidad. EFE/ANA SOTERAS

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