NAVARRA INFORMACIÓN/EFE
La chica, de 15 años, dijo el miércoles que dormía en casa de una amiga y el jueves no fue al colegio -El cuerpo fue encontrado desnudo en el interior de una profunda sima
El cuerpo sin vida de Vanessa, que hasta abril no cumplía los 16 años, fue localizado poco antes de las doce de la mañana de ayer por agentes del Seprona en el fondo de una gran sima de más de 30 metros de profundidad y 40 de diámetro, conocida como la sima de de los borricos porque en ella arrojaban antaño los animales muertos los habitantes de Chella. El cadáver, sin apenas ropa, estaba a apenas 150 metros del domicilio de la víctima.
El hallazgo se produjo durante el rastreo llevado a cabo ayer por la mañana por Chella y sus alrededores cuando se cumplían 24 horas de la denuncia por desaparición interpuesta por la madre de la menor. Las alarmas saltaron el jueves por la mañana. Vanessa dijo el miércoles en casa que se iba a Xàtiva, al cine, y que después se quedaría a dormir en casa de unas amigas. Cuando al día siguiente su madre supo que no había acudido a clase, se asustó y denunció. La adolescente no se había llevado ni dinero ni otros efectos personales, por lo que no se trataba de una desaparición voluntaria.
La Guardia Civil contó enseguida con el testimonio de una persona cercana a la víctima que la vio pasar el miércoles por la noche dentro del Suzuki azul de un conocido de Vanessa. Ese amigo se desvinculó enseguida del asunto y señaló a Rubén M. S. como la persona que le había pedido el coche el miércoles para irse a Xàtiva. Nada más disponer de esa información, los agentes se desplazaron en busca de Rubén, que fue detenido y trasladado al mismo acuartelamiento por la muerte de la chica. Fue en esos primeros momentos cuando el sospechoso admitió el crimen, si bien trató de hacerlo pasar por una muerte accidental, tesis que no creen los investigadores, que cuentan, además de su confesión, con otros elementos en su contra como el teléfono de la menor y las declaraciones de su entorno más próximo.