¿Pasará también más de un año sin tener nueva norma sísmica como nos ocurre con el Gobierno, donde seguimos casi un año sin Ejecutivo?
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y del Instituto Geográfico Nacional publicaron en octubre de 2015 la actualización de los mapas de peligrosidad sísmica en España, una renovación que servirá en el futuro de base para la revisión y renovación del código sísmico español. Publicada, como digo, en octubre del año pasado, esta actualización ha generado dudas entre los profesionales del sector a la hora de aplicarlo a sus proyectos, al no quedar del todo claro si es obligatorio aplicar los nuevos parámetros y valores acordados en la actualización del mapa de peligrosidad sísmica.
La mayoría de las dudas han surgido tras la sucesión de los seísmos acontecidos este año en la zona del Mar de Alborán (Málaga), cuyas consecuencias materiales se hicieron notar sobre todo en la ciudad autónoma de Melilla, así como en numerosos municipios de las provincias de Málaga y Granada. El miércoles de la semana pasada, sin ir más lejos, también se produjo un terremoto con epicentro en el noroeste de la localidad San Roque, provincia de Cádiz, que sacudió durante unos segundos la comarca del Campo de Gibraltar. El seísmo tuvo una magnitud de 3,5 en la escala Richter a seis kilómetros de profundidad. A estos casos hay que sumar el triste terremoto ocurrido en Italia, con catastróficas cifras de fallecidos que han elevado en España la pregunta de si es posible un terremoto de semejantes consecuencias en España.
La incidencia del sismo en España no tiene lugar a dudas, ya que nuestro país tiene un riesgo sísmico comprobado tal y como se ha visto en los últimos eventos acaecidos. En diferentes jornadas organizadas por CYPE durante el primer semestre de este año sobre el cálculo de estructuras siempre nos han hecho la misma pregunta: ¿Es obligatorio aplicar el nuevo mapa de peligrosidad sísmica? Esta pregunta iba acompañada por el hecho de que quienes preguntaban aseguraban haber recibido una recomendación por parte de su colegio profesional para empezar a aplicar en los proyectos los nuevos parámetros que, entre otros asuntos, aumentan la aceleración sísmica básica de algunas ciudades a la hora de calcular las estructuras.
Por ello, nos gustaría dejar claro que después de consultarlo en instancias oficiales podemos decir que, de momento, no es obligatorio aplicar los nuevos parámetros. Según hemos comprobado, la revisión del mapa de peligrosidad sísmica establece un nivel de aumento de la fuerza sísmica que, en casos como el de Córdoba, es superior a un 130% -algo similar en Jaén-; en Málaga el incremento ha sido del 71% y en Granada, de un 15%. En la actualidad, como he comentado antes, este nuevo mapa de peligrosidad sísmica de España, que lleva elaborándose como mínimo desde el año 2011 (terremoto de Lorca), no tiene ninguna obligatoriedad a la hora de construir nuevas edificaciones o rehabilitarlas de forma integral, ya que habrá que esperar a que una comisión formada por diferentes sectores –técnicos, geólogos, funcionarios, políticos, entre otros- lo incluya cuando se renueve el Código Sísmico Español. Por tanto, a fecha de hoy todos los proyectos deben regirse por la norma NCSE-02 que data del año 2002.
Nuevamente, como tantas veces sucede en nuestro país, deberemos esperar a que la burocracia siga sus pasos. Y parece que en esta ocasión el camino va a ser largo al tener un gobierno en funciones, estar los diferentes partidos centrados en otras cuestiones y con la repetición de unas elecciones generales por tercera vez a la vista. La revisión del Código Sísmico Español, por tanto, parece que queda muy lejos todavía. Mientras ocurre todo esto en España, el resto del mundo sigue avanzando en materia de seguridad sísmica. El inmovilismo en España sobre este tema es preocupante. La normativa de construcción sismorresistente necesita con «urgencia» que se revise y empecemos a adaptar nuestros edificios para resistir futuros terremotos. ¿Qué hacemos con los edificios de importancia especial como los hospitales? ¿Esperamos a ver si resisten cuando llegue el sismo o vamos a revisarlos antes?
En mi opinión España está inmovilizada ante el sismo. Me gustaría recordar las palabras del expresidente de la Asociación Española de Ingeniería Sísmica, Ricardo García Arribas, en las que incidía en que terremotos como el de Lorca (Murcia) contribuyeron a despertar conciencias pero al final se ha ido olvidando, destinándose, incluso, mucho dinero a derribar edificios que se vieron afectados por aquel seísmo para ser construidos luego «igual que estaban antes o peor».
Si bien es cierto que no tenemos que alertar a la sociedad sobre este punto porque la normativa sísmica actual en España es eficiente y segura, también es verdad que la norma puede actualizarse con los avances tecnológicos y los conocimientos adquiridos en los últimos terremotos. Y la sociedad debe ser partícipe de este conocimiento para despertar un sentido de responsabilidad entre la ciudadanía que es importantísimo para hacer edificios más seguros.
Carlos Fernández, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Director técnico de CYPE