
Sorprende la fotografía de un alcalde de Bildu acudiendo al acto de recuerdo de un asesinado por la banda terrorista ETA.
Durante años y años, los compañeros de los terroristas se han negado y siguen negándose a condenar la barbarie, a condenar el asesinato, a condenar el tiro en la nuca. Ahora, sin embargo, en ocasiones, acuden a este tipo de actos. ¿dónde está la trampa?, ¿qué maquiavelismo hay en ello?
Los asesinados por ETA no pueden responder, el homenajeado tampoco.
Se dice que el tiempo lo cura todo. Quizá es que haya que acostumbrarse a ver asesinos y victimas juntos.
No obstante, la memoria estará ahí. Esto es memoria histórica.