La famosa saga de películas Terminator, mostraba un mundo dominado por las máquinas y a una raza humana a punto de ser exterminada por ellas. Un futuro inquietante por tanto.
Se anuncia ahora que para el 2045, las máquinas pudieran sustituir la labor humana. Se impone una reflexión ante tamaña noticia. En un mundo dominado por el superdesarrollo, dominado por el beneficio económico, donde las personas son meras unidades productivas o meros pones en la partida de la economía mundial, noticias como estas pueden «poner los pelos de punta» a más de uno y, quizás, alertar de que el ritmo actual de desarrollo insostenible pudiera provocar consecuencias insospechadas para la civilización actual.
El papa Francisco en su encíclica LAUDATO SI, sobre el cuidado de la casa común, ya alertaba de los peligros para el planeta y para la humanidad, de un desarrollo económico que no tuviera en cuenta el medioambiente y la raza humana. Años atrás, en 1987, la comisión mundial del Medio Ambiente y Desarrollo, en el informe Brundtland introducía el concepto de sostenibilidad, hoy puesto en práctica en muchas naciones.
El maquinismo, término nacido en los albores de las revoluciones industriales, debería ser interpretado correctamente en el mundo en la sociedad actual, es decir, máquinas al servicio del bien común. No pudiera ocurrir, que para cuando la humanidad quisiera darse cuenta, fuera demasiado tarde y se encontrara con que la tecnología estuviera dominándola.