Austria quiere repatriar hasta finales de 2019 a 50.000 personas cuya solicitud de asilo haya sido rechazada, según unos planes del Ministerio del Interior que publica hoy el diario «Kronen Zeitung».
Para alcanzar esa cifra, se establecerá un procedimiento abreviado de asilo, se incentivarán las salidas voluntarias de solicitantes de asilo con un incentivo máximo de 500 euros y aumentará el número de vuelos de repatriación, empleando incluso aviones del Ejército.
Estos planes forman parte de las medidas discutidas durante una reunión del Gobierno con autoridades regionales y locales en la que se decidió un tope de 127.500 solicitantes de asilo hasta 2019.
La ministra del Interior, la conservadora Johanna Mikl-Leitner, declaró al diario que «solo con repatriaciones no se pueden reparar las consecuencias de una política de puertas abiertas».
Austria repatrió el año pasado a 8.365 personas y ahora se pretende que ese número suba a 12.500 anuales.
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