Hoy 5 de enero de 2016, los Reyes Magos de Oriente han llegado a Pamplona
La jubilosa llegada ha sido a las 16:30 por el Puente de la Magdalena, después de la Bajada del puente y apertura de puertas del Portal de Francia a las 17:00 horas han sido recibidos en la Plaza Consistorial, para a las 19:00 comenzar la tradicional y esperada cabalgata.
Un año más Pamplona ha salido a la calle para recibir a los esperados Reyes. Miles de personas abarrotaban las calles por donde pasan SS.MM, acampañados de alegría, emoción y música. Luz, color, música, esperanza, alegría. Niños, padres, abuelos, llenan las calles, las terrazas las ventanas… Todas las familias
Gritos infantiles, caramelos… Pamplona vuelve a su tradición y la multitud de pamploneses la siguen y la miman.
La Cabalgata de nuevo abandona su lugar de inicio, La Misericordia, para salir desde la calle Abejeras (colegio Santa Catalina), pasando por la Plaza de los Fueros, Yanguas y Miranda, Conde Oliveto, Principe de Viana, SAncho el Mayor, Sarasate, Plaza del Castillo… para finalizar en el Colegio de los Escolapios.
En Pamplona la primera Cabalgata de Reyes que se hizo en Pamplona fue en 1927. La organizó la Asociación de la Prensa de Pamplona (hoy Asociación de Periodistas de Navarra), bajo la presidencia de Don Javier Arbizu. Colaboró Don Ignacio Baleztena, director del Centro de Iniciativas y Turismo. Se puso en marcha por suscripción popular y se organizó “para dar mayor esplendor y a favor de los niños más pobres”. Fue un verdadero éxito como lo atestiguaban los periódicos de la época: con luces de bengala, hachas de viento. Hicieron ocho paradas para repartir regalos: Casa de Misericordia, Compañía, la Inclusa, Hospital, etc. Empezaron en la actual Plaza Príncipe de Viana y acabaron en el Portal de la Taconera.
La única vez que se suspendió la Cabalgata de Pamplona fue en 1937 a causa de la Guerra Civil. Después de la Guerra Civil, el gobierno le dio la organización de la Cabalgata al Frente de Juventudes pero la Asociación de la Prensa también organizó su cabalgata.
Mañana ya nadie se acordará de estas polémicas artificiosas e interesadas. Y a esperar la próxima extravagancia para seguir alimentando la polémica sobre temas nimios. Lo que nadie puede minimizar es la extraordinaria asistencia de público a la cabalgata y la permanente ilusión de muchísimos niños, con independencia de que un determinado rey sea o deje de ser negro de verdad o pintado.