El antiguo Teatro de los Caños del Peral fue demolido y en su lugar, Fernando VII mandó iniciar las obras de lo que sería el Teatro Real, finalmente inaugurado en 1818, en Madrid. Casi 200 años después, se inicia lo que será la conmemoración de un segundo centenario para el que la actual dirección apuesta fuerte.
El Teatro Real encara sus 200 años con una imagen “rejuvenecida” que se manifestará “paulatinamente” en un logotipo más moderno, representativo de lo que fue y lo que será la que, según Gregorio Marañón, presidente de su Patronato, aspira a ser “la ópera nacional de referencia en España”.
Para lograrlo acaban de firmar con Hispasat un acuerdo por el que se podrá transmitir a centros culturales, ayuntamientos, hospitales y otras instituciones del país la señal de hasta diez espectáculos anuales y compartir así con millones de personas lo que ocurra en su escenario: «queremos que España sea una gran sala de ópera», dicen.