Actualmente, el mundo gasta tan solo «unos pocos millones de dólares al año en la investigación de las ideas, en fase inicial, sobre la energía cero carbono», mientras que habría que invertir el doble o el triple de esa cantidad, opina el empresario.
A su juicio, «necesitamos cientos de empresas que trabajen en miles de ideas, incluidas las que parezcan locas y no reciban suficiente financiación», porque «nadie sabe cuál de estas tecnologías resultará lo suficientemente potente y fácil de aumentar».
2. Desarrollar mercados que «ayuden a llegar a cero» de emisiones
Otro paso importante sería «asegurar que el mercado de la energía refleje con precisión todo el impacto de las emisiones de carbono», considera Gates.
Según él, hoy en día, los mercados no tienen en cuenta factores como los impactos ambientales y en la salud. Si lo tomaran en cuenta, la energía renovable «sería mucho más competitiva» en comparación con los combustibles fósiles, escribe el empresario.
3. Tratar a los países pobres con justicia
Incluso si pudiéramos «desplegar la solución ideal de cero emisiones de carbono mañana», algunos efectos del cambio climático son inevitables, y «golpearán más fuerte a los pobres del mundo», lamenta Gates.
Por lo tanto, prosigue, los países que son más culpables de este problema «no solo tienen la responsabilidad de invertir en su mitigación, sino también de ayudar a los países pobres a adaptarse al cambio climático».
«A mi juicio, la innovación es esencial para el progreso humano», explica Gates, concluyendo que podemos crear un futuro libre de carbono «si nos comprometemos a ello».