El principal y casi único partido de la oposición en Navarra pregunta al nuevo ejecutivo si los avances salariales que el gobierno central va a aplicar a los funcionarios, se van a aplicar aquí en Navarra.
Esta comunidad a pesar de tener una Hacienda propia y recaudar íntegramente sus impuestos, es decir, autonomía fiscal, bastante atacada últimamente por algunos partidos políticos nuevos, debería no olvidarse de qué forma parte de un país. A pesar de que al actual gobierno navarro con esta realidad no simpatice, el hecho es el que es.
Marcar diferencias entre unos funcionarios y otros, ahora en una situación de crisis, sentaría un precedente muy peligroso, que pudiera volverse en su contra.
Los ciudadanos deben estar atentos y no permitir estas veleidades o tentaciones que algunos gobiernos recien salidos de las urnas empiezan a poner encima de la mesa. El caso navarro, con todos sus condicionantes especificos, no debe ser lugar, laboratorio, para este tipo de actuaciones.