

No existía ningún documento histórico que acreditara que los restos de Miguel de Cervantes fueron trasladados de la antigua iglesia de San Ildefonso a la cripta del convento de las Trinitarias Descalzas, a cien metros de distancia el uno del otro.
El sepulturero Miguel Hortigosa recibió 13.600 maravedíes o 400 reales por trasladar desde la antigua iglesia de San Ildefonso hasta la cripta del convento de las Trinitarias Descalzas los restos de 17 personas, entre ellos los de Miguel de Cervantes.
Así consta en un documento que ha encontrado el historiador, archivero y bibliotecario de Madrid Francisco Martin Perellón en un libro de cuentas fechado el 8 de octubre de 1697, que hoy publica el diario «ABC» y han confirmado fuentes del Ayuntamiento.
El documento acredita que había once cadáveres de adultos, entre ellos los de Cervantes -inhumado en 1616- y el de su mujer, que fue enterrada diez años después.
Entre los restos trasladados estaban los de seis niños de San Ildefonso, dice el documento.
El diario destaca el hecho de que el enterrador Hortigosa sepultara los cuerpos y apisonara la tierra vertida sobre ellos, lo que explicaría el hallazgo este año en ese lugar, en la esquina sureste de la cripta, de un grupo de huesos entre los cuales había «fragmentos» de los restos de Cervantes, en el enterramiento más profundo y antiguo del lugar.