«Es falso que los productos ‘light’ no hagan ganar peso o ayuden a adelgazar, lo que indican es un 30% menos de calorías», advierten expertos sanitarios
Las calorías ocultas son las peores: lo hacen en alimentos y platos que creemos sanos y ligeros.
Expertos sanitarios han advertido este sábado de que «es falso que los productos light sean más naturales o saludables», no hagan ganar peso o ayuden a adelgazar porque «lo único que indica esta denominación es que, en el caso de los alimentos, contienen entre un 10 y un 30% menos de calorías que su homólogo «entero», lo que de ninguna manera quiere decir que hayan dejado de ser productos hipercalóricos».
Las calorías ocultas son, en muchos casos, las culpables de que no consigamos adelgazar aunque comamos poco. Te ayudamos a desenmascarar algunos alimentos y platos aparentemente light que en realidad no lo son en absoluto.
Ensaladas y sandwiches engañosos
Una ensalada a priori puede parecer sanísima y baja en calorías como plato único. Pero convertirla en una bomba calórica es mucho más fácil de lo que parece. Sólo tienes que añadirle picatostes, queso, salsa, beicon, maíz, nuggets de pollo, frutos secos… Este es el prototipo de ensalada que sirven en los ‘fast food’ y que no debes imitar en casa, ya que puedes sobrepesar fácilmente las mil calorías. Imagínate si encima le añades un segundo plato y un postre.
Y lo mismo ocurre con los «inocentes» sandwiches; no por ser un plato pequeño son menos calóricos. De entrada, el pan de sandwich suele llevar azúcar añadido y además grasa. Si le sumas mayonesa, carnes frías, queso (el cheddar es altísimo en grasa saturada), tocino, un huevo frito, ketchup, salsa tártara y otros ingredientes similares, puedes llegar fácilmente a las 1,500 calorías.
Hoy en día, en cuestiones alimenticias no puede uno fiarse ya de nada.
Las calorías ocultas son, en muchos casos, las culpables de que no consigamos adelgazar aunque comamos poco. Te ayudamos a desenmascarar algunos alimentos y platos aparentemente light que en realidad no lo son en absoluto.
Ensaladas y sandwiches engañosos
Una ensalada a priori puede parecer sanísima y baja en calorías como plato único. Pero convertirla en una bomba calórica es mucho más fácil de lo que parece. Sólo tienes que añadirle picatostes, queso, salsa, beicon, maíz, nuggets de pollo, frutos secos… Este es el prototipo de ensalada que sirven en los ‘fast food’ y que no debes imitar en casa, ya que puedes sobrepesar fácilmente las mil calorías. Imagínate si encima le añades un segundo plato y un postre.
Y lo mismo ocurre con los «inocentes» sandwiches; no por ser un plato pequeño son menos calóricos. De entrada, el pan de sandwich suele llevar azúcar añadido y además grasa. Si le sumas mayonesa, carnes frías, queso (el cheddar es altísimo en grasa saturada), tocino, un huevo frito, ketchup, salsa tártara y otros ingredientes similares, puedes llegar fácilmente a las 1,500 calorías.
Peligroso «picoteo»
Andar «picando» comida también es una gran fuente de calorías invisibles. Las galletitas saladas, los palitos de pan, las patatas, las barritas de cereales, los frutos secos fritos… todos estos productos llevan grandes cantidades de azúcar y grasas añadidas para darles sabor. Y tampoco aportan mucho desde el punto de vista nutricional.
Una fruta fresca, un yogur (ojo, los de sabores atractivos suelen llevar mucho azúcar) o un puñadito de frutos secos al natural son mucho más nutritivos y menos calóricos.
Lácteos, zumos y cereales
Muchas veces no somos conscientes de la cantidad de grasa que contienen la leche y los yogures. En cuanto reduzcas su consumo bajarás de peso sin hacer mucho esfuerzo. Con el simple hecho de sustituir la leche entera por leche semidesnatada ya te estás ahorrando unas cuantas calorías.
Aunque generalmente nos encantan, los típicos cereales que tomábamos de niños tienen grandes cantidades de azúcar añadido (carente además de valor nutricional).
Los ‘bricks’ de zumo y esos inventos que mezclan leche, zumo y otros ingredientes supuestamente sanos también tienen muchísimas calorías de más y encima no quitan la sed.
Las alternativas
Para preparar una ensalada que sea plato único, es más sano e interesante utilizar verduras de hoja verde, mucho más vitamínicas, frutas y proteínas bajas en grasa (pollo a la plancha, pavo…). El queso de cabra resulta mucho menos graso y es muy saciante, igual que las nueces. Como aliño, siempre mejor salsa vinagreta o de soja.
Para tus sandwiches y bocadillos, si los comes a menudo, busca un pan sin azúcar añadido, prescinde de las salsas (una cucharadita de aceite de oliva los hará más apetitosos), incluye verduras y proteínas sanas (pero no mezcles muchos tipos; o huevo, o carne o pescado).