
El ayuntamiento de Pamplona debe realizar una nueva modificación presupuestaria para poder seguir funcionando. Lleva toda la legislatura con presupuestos prorrogados, consecuencia de una oposición incapaz de llegar a acuerdos con el equipo de gobierno y de un partido, UPN, incapaz tampoco de llegar a acuerdos de gobierno con el resto de fuerzas políticas.
Esta sinrazón de acuerdos acaba por pasar factura a la ciudadanía, al impedir proyectos que en una situación normal se pudieran llevar a acabo y que al no desarrollarse impiden un mayor estado de bienestar.
Los ciudadanos tienen en su mano que estas situaciones no vuelvan a producirse, al depositar su voto en los próximos comicios electorales. No obstante, cabe terminar con una reflexión, ¿Se merecen los navarros esta clase política? Sinceramente, no.